Más del 50% de las aplicaciones disponibles para los sistemas operativos Android, iOS y Windows Phone se encuentran en el cementerio de apps ; es decir, no han sido actualizadas y registran poco impacto entre los usuarios.
El porcentaje más alto de “muertes” se presenta en tres de los sistemas operativos más conocidos: Windows Phone con un 69%, iOS con el 65% y Android (41%), según datos de la empresa francesa Stardustspm.
La ausencia de actualización se ubica como la principal causa de muerte y le sigue la insatisfacción o quejas por parte de los usuarios.
El patrón de consumo “probar y dejar” también contribuye a la respectiva acta de defunción, señala Gilles Maury, gerente de Tecnología Medios y Telecomunicaciones de Deloitte.
El precio no parece ser un indicador para el fracaso, pues precisamente el costo por aplicación en Windows Phone se considera intermedio, en Android barato, mientras Apple tiene los precios más altos.
¿Qué otros factores aportan a la devaluación de una aplicación?
Agonizar en el mercado
Para declarar una aplicación sin signos vitales no es necesario que transcurra mucho tiempo.
Una mala conceptualización desde su inicio trae consigo una agonía casi segura, dice Adolfo Cruz Luthmer, CEO de la empresa Proximity Costa Rica.
El problema reside en desarrollar aplicaciones que no tienen claramente definido un objetivo o propósito desde su concepción y prescindir de las pruebas necesarias antes de su lanzamiento.
Cruz explica que a veces las empresas deciden publicar el contenido que tienen en su website en una “ app ”, o salir con una aplicación móvil solo por estar a la moda, pensando que una vez en el mercado podrán obtener retroalimentación de sus usuarios.
“Esto es un gran error, ya que desde su concepción, la aplicación probablemente estará muerta”, afirma Cruz.
Otra de las más fuertes razones para la sepultura de una aplicación es la falta de compromiso por parte del desarrollador para dar mantenimiento a la aplicación y hacerla crecer, atendiendo los nuevos requerimientos de los usuarios.
La ventaja es que existen indicadores que le pueden mostrar al desarrollador que su aplicación está obsoleta, dice Maury.
Algunas de ellas son la posición en el store , cantidad de descargas, cantidad de acciones realizadas en la app por periodo y la descarga de las actualizaciones.
Esta información permite graficar prácticamente el ciclo de vida de la aplicación, y tomar las decisiones necesarias en función de los resultados.
Cuidar los signos vitales
Una vez en el mercado, el desarrollador debe estar atento a mejorar la experiencia del usuario, extender el uso de la aplicación y adoptar nuevas tecnologías que la mejoren, recomienda Cruz.
Debe tener en cuenta que una vez que la app esté “obsoleta”, es mejor pensar en otra opción.
“Normalmente relanzar apps no es una buena idea, pues el usuario es muy crítico y la posibilidad de que vuelva a utilizarla es muy baja”, agrega Cruz.
Estudios publicados por la empresa Compuware indican que luego de dos intentos fallidos, solo un 16% de los usuarios estarían dispuestos a volver a probar una app .
En aquellos casos en donde la app es un canal de comunicación más de una marca, es importante que la estrategia de mercadeo digital (que incluye sitio web fijo y móvil, publicidad digital y aplicaciones), tenga un rumbo y una evolución constante.
Debe coincidir con el resto de las estrategias de mercadeo, en donde la empresa tiene objetivos claros (desarrollar picos de atención en ciertos periodos de alto impacto comercial como Navidad y promover el lanzamiento de nuevos productos o servicios, etc), destaca Maury.
Mercado que mueve millones
El mercado de apps se encuentra en auge, incentivo para la creación continua.
Según la consultora Gartner, el mercado de aplicaciones generará alrededor de $26.000 millones al finalizar el 2013.
En el caso de las aplicaciones gratuitas, las descargas no se quedan atrás y su desarrollo y presencia representa actualmente entre el 60% y 80% del total de las apps disponibles en tiendas como App Store, de Apple, y Google Play, respectivamente.
La firma estima que las descargas anuales de aplicaciones alcanzarán los 102.000 millones en el 2013, frente a los 64.000 millones que se descargaron en el 2012: un crecimiento de casi 60%.
Se espera además un crecimiento de descargas fuerte hasta el 2014, pero que después será menor, porque los usuarios descargan más cuando compran dispositivos nuevos.
Con el paso del tiempo acumulan una cartera de aplicaciones que les gusta y se adhieren a ella, por lo que no requieren descargar más apps , dice Sandy Shen, directora de investigación en Gartner.
Aprender de los mejores
El lanzamiento de aplicaciones no cesa y la competencia cada vez es más feroz.
A pesar de ello, algunas aplicaciones han logrado colocarse en el mercado con tal fuerza que el crecimiento supera el 100% cada año.
De acuerdo con el porcentaje de descargas y cantidad de usuarios que han tenido con respecto al año pasado, Vine se coronó en el primer lugar, con un crecimiento del 403%.
Los usuarios de Flickr aumentado su crecimiento en un 146% en los últimos meses y colocan esta aplicación en su segundo lugar, con de 45 millones de usuarios alrededor del mundo.
Instagram reporta un crecimiento del 130% en lo que va de este año, con usuarios que sobrepasan los 109 millones.
En la lista le sigue WhatsApp, Facebook y Skype.
Los errores
Hay varios errores que los expertos han identificado que deben evitarse.
No probarla con usuarios para asegurar que la experiencia del usuario será óptima.
No prever un plan de promoción que coloque la aplicación en el ranking de los stores y obtenga un efecto de buzz.
No asegurarse de que la concepción de la app brinde valor al usuario en relación con sus necesidades y lo que ofrece la competencia.
No monitorear la vida de la app en el tiempo, con contenido actualizado y nuevas versiones.
No tener una definición clara desde el inicio del modelo de negocio: esquema premium para generar ingresos o distribuir la app gratuitamente para obtener beneficios de otro índole (promoción de marca, tráfico).
Fuente Gilles Maury, Deloitte.
Pruebas mínimas
Hay una serie de condiciones mínimas que deben pensarse en apps.
Funcionalidad: Se prueba que el producto final se desempeñe de acuerdo con lo especificado.
Seguridad: Confirmar aspectos de seguridad, así como la interacción con otros sistemas.
Integración: Valorar la integración con otras aplicaciones vía web.
Rendimiento: Examinar rendimiento y velocidad de la app en diferentes condiciones de conectividad o de uso, diferentes proveedores de conexión, en diferentes niveles de batería, con otras apps funcionando en paralelo, etc.
Eficiencia: Se evalúa consumo de batería, uso de memoria RAM, consumo de procesador, etc.
Usabilidad: Valorar temas de usabilidad y diseño, cumplimiento con lineamientos de UI, comportamiento en posición vertical y horizontal, uso bajo condiciones especiales, etc.
Comportamiento externo: Se prueba la app bajo condiciones externas de interrupción como una llamada entrante, un mensaje, uso de la cámara, la pérdida de conectividad por un minuto, apagar el dispositivo, quitar la batería, etc.
Comportamiento de inputs: Uso del teclado, de pantalla táctil, de mouse del dispositivo, etc.
Fuente Proximity Costa Rica.