Las organizaciones digitalizadas están en transición desde una etapa en la que se buscaba la eficacia operativa y la eficiencia interna con el uso de tecnología, hacia una etapa en la que se transforman los modelos de negocios, las cadenas de valor y los procesos, en un movimiento hacia afuera, con clientes y proveedores.
Esta transformación se alimenta de la incesante innovación tecnológica que ofrece la convergencia de la movilidad, la nube, los medios sociales, la Internet de las Cosas (IoT), la Big Data, la evolución de las máquinas, los drones, la transformación de objetos culturales y su conexión a redes, en un espacio de computación invisible.
Los consumidores tienen más información y poder de negociación, buscando comprar -rápido y a buenos precios - los mejores productos y servicios, en cualquier momento y lugar, por cualquier canal que les dé una experiencia satisfactoria.
Esta realidad presiona a las empresas a responder con procesos ágiles, calidad y reducción de costos, utilizando la nube, la movilidad y la IoT para satisfacer mejor esta demanda.
Los modelos de negocios están cambiando con tecnología para interconectar personas con procesos de negocios y máquinas, de forma que el software y las comunicaciones hacen irrelevante la distinción entre el mundo real y el virtual.
Las máquinas operando automáticamente en función del comportamiento humano, actúan proactivamente para anticipar o resolver problemas, generar análisis en tiempo real o tomar decisiones, generando interacciones inteligentes o experiencias satisfactorias en el mundo real, a bajo costo.
Este comportamiento automático –sin humanos actuando– visto en el aprovisionamiento del B2B, hoy se aplica en el diseño, la manufactura, el mercadeo, la distribución y los servicios a clientes. Tal parece que el cambio está animado también por venderle mejor al cliente.