Hace tres años, en esta columna, preguntaba cuál es el impacto económico y social de Internet. ¿Cuántos millones aporta al PIB la banca y el comercio electrónicos, las comunicaciones TCP/IP, el mercadeo en Internet, las horas de acceso, el desarrollo, implementación y mantenimiento de la infraestructura, empleo directo e indirecto, servicios, inversiones, importaciones y exportaciones en ‘el sector Internet’, etc.? Entonces, la pregunta era un desafío para la investigación de la economía nacional.
Ahora tenemos una respuesta que nos puede alumbrar. El análisis del Boston Consulting Group (BCG), que publica este mes la Harvard Business Review, resume que en el 2010 en los países del G-20 –incluye Argentina, Brasil y México– la “economía Internet” fue, en promedio, el 4,1% del PIB, con un aumento proyectado al 5,3% en el 2016. Las más grandes economías Internet están en Reino Unido (8,3% del PIB), Corea del Sur (7,3%), China (5,5%) y EE.UU. y Japón (4,7%), con un aumento proyectado en cuatro años, respectivamente, al 12%, 8%, 7%, 5% y 6%. En Estados Unidos, su impacto es mayor que el del Gobierno federal; en China y Corea del Sur, está entre los primeros seis sectores de la economía.
En lo social, en cuatro años la mitad de la población mundial estará en línea, con predominio de los accesos móviles, con gran impacto en la generación de empleos y el retail. El análisis del BCG concluye que en todo país, en los próximos años, su tamaño e impacto en la economía solo crecerá y que para comprender el alcance de este crecimiento es esencial observar las decisiones gerenciales en materia de inversiones y estrategias.
En Costa Rica, el desafío de su conocimiento continúa. Especulando un poco, el impacto en el PIB podría rondar el 2%, semejante al impacto que tiene la electricidad y el agua; pero lo cierto es el incesante crecimiento en el sector de Internet nacional.