Una nueva consola de videojuegos entró al mercado para sacudirlo.
Se traa de la anunciada Ouya de Quirksville: un cubo de plástico negro, de unos 7.6 centímetros por lado, que corre con Android y un control inalámbrico estándar, parecido al del Xbox.
Disponible a $100, es una competencia dura para Sony y Microsoft, cuyas consolas, PlayStation 4 y Xbox One, costarán más de $400 cuando salgan a la venta este año.
El proyecto, relató el NYT, inició en Kickstarter, el sitio donde los inventores piden ayuda financiera al público. Ahí recaudaron más de $8.5 millones.
"La principal atracción de la Ouya: cientos de juegos, listos instantáneamente para descargarlos y jugar. Probar cada juego es gratis. Algunos lo son para siempre", asegura el diario.