El Instituto Tecnológico (TEC) quiere que la biotecnología sea más que un objeto de estudio. Quiere que viva en su campus, y luego salga de la mano de pequeños agricultores y empresarios, que la requieren de aliada para competir. Quiere que se matricule en sus aulas, para que desde ellas se forjen bioempresas.
Estos son los objetivos de una inversión de ¢1.200 millones que el TEC hará para ampliar el Centro de Investigación en Biotecnología (CIB). Se trata de un centro que opera desde 1994 en espacios limitados y prestados por otras unidades académicas, que produce el 20% de los proyectos de investigación que registra la Vicerrectoría de Investigación y Extensión del centro universitario.
La construcción se iniciará este mes y triplicará el espacio donde trabajan los 28 investigadores y 40 asistentes que componen el equipo de trabajo. Los recursos provienen de un préstamo con el Banco Nacional.
Miguel Rojas, coordinador del CIB, explicó que la nuevas instalaciones permitirán atender más proyectos e integrar más equipos, a futuro, para hacer estudios más sofisticados.
El centro desarrolla unos 30 proyecto de investigación al año, solo de solicitudes de apoyo del sector agrícola ambiental y biomédico. A esto se suman los estudios propios de los investigadores del TEC. Por ejemplo, allí se crean protocolos para mejorar el cultivo de especies de madera exótica o biocontroladores (uso de hongos que combaten plagas como enfermedades como la roya del café).
El nuevo CIB integrará siete laboratorios especializados, entre ellos, biotecnología vegetal, biología molecular, biorreactores vegetales, virología, microbiología, bioenergética y biocontrol.
La idea es elevar la complejidad y cantidad de las investigaciones e incentivar la creación de proyectos emprendendores.
Rojas comentó que se busca reforzar la investigación en un campo que el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología ha declarado como prioritario para el país y que es parte de los componente del plan de atracción de inversión extranjera directa.
Por su parte, Lizzy Retana, gerenta del Laboratorio Biotech, añadió que al mejorar las condiciones de investigación se elevará el desempeño y capacidad de los estudiantes en el mercado. Retana, quien es egresada del TEC, también considera que se fortalece el vínculo con la empresa porque será más fácil el acceso a recursos. Espera que el nuevo laboratorio facilite un proyecto de biología molecular para cultivos que iniciará con el TEC.