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Vender en línea aumenta las posibilidades de segmentación de los productos que ofrece una tienda. Contrario a un comercio físico, el mundo virtual incrementa la probabilidad de conocer a los clientes y llegar a nichos específicos. ( THINKSTOCK PARA EF)
¿Qué tiene que pasar para que ustedes confíen 100% en una página web? Es la pregunta con la que el director ejecutio de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), Julio César Vega, motiva al público de un foro sobre Gobernanza de Internet, que se lleva a cabo esta semana en Costa Rica.
La receta no es única, pero Vega resalta algunos consejos para las empresas. Los resume en tres reglas fáciles de decir, pero díficiles de cumplir: estar siempre al día con la ley sobre protección de datos, generar un clima de buena reputación alrededor de la empresa y tener un buen sistema de banca (para el comercio electrónico).
Mostrar las reglas de uso de su sitio, de manera accesible, es clave para que el usuario se tome el tiempo de leer los términos y condiciones, y se sienta confiado en que está entregando su información a un sitio que lo respetará.
"Es un resumen por puntos en el que se recalca lo más importante", dice el especialista en seguridad. Es una estrategia que toma en cuenta la negativa popular a leerse los términos y condiciones de cada página en la que el usuario se registra.
También recomienda utilizar algún formato de uso común para entender los términos en que opera la página. Por ejemplo, un video corto o una animación digital.
Lo que no está en discusión es el cumplimiento con la ley, crea o no que es atinada.
En otros países, los empresarios fomentan el uso de su sitio de compras por medio del uso de "tarjetas prepago" en las que se deposita únicamente el dinero que se va a utilizar para la compra. Aliarse con bancos de prestigio es una medida que puede rendir buenos resultados. "El momento en que el cliente suele perder la confianza es a la hora del pago. La gente navega en el sitio intensamente pero no llega hasta la compra", comentó el especialista.
Un tema indispensable, que complementa a los otros dos, es el de la reputación. "Si ya compraste en un sitio, es casi seguro que lo volverás a hacer", dice Vega. Generar ese clima de confianza es, sin embargo, complicado y va más allá: ¿qué hace la empresa para qué, además de ganar un cliente, incitar a ese nuevo consumidor a que hable positivamente de la empresa?
