Si está corriendo muy rápido y su corazón está en una zona cardiaca superior a la deseada, reproducirá música que lo invite a desacelerar el paso para bajar las pulsaciones. Si, en cambio, está caminando muy despacio y debería aumentar el ritmo para llegar a la zona cardiaca ideal, reproducirá música más intensa, para que aumente la velocidad de la caminata.
La plataforma de sensores, Septimu, se encuentra en los audífonos. Ahí, el aparato logra captar las pulsaciones cardiacas y se las comunica al teléfono por medio del puerto de audio.
Así, la aplicación MusicalHeart puede monitorear continuamente el ritmo cardiaco y el nivel de actividad del usuario, mientras este oye música.
“El nivel de precisión para cada personas es de 96,8%. Los tres niveles de actividad están clasificados con base en los impactos que cada uno ocasiona en el ritmo cardiaco”, explican en el documento científico donde detallan sobre el sistema creado.