Personas conectadas con dispositivos, dispositivos con dispositivos, dispositivos con máquinas y máquinas con dispositivos. Se trata el Internet de todas las cosas. La primera jornada del Mobile World Congress (MWC) 2014 evidencia que ya salió de prototipos de laboratorio.
Los SIM (chip celular) se integran a las aparatos comunes y los conectan a Internet y los dispositivos adquieren inteligencia.
En las salas de exhibición del MWC hay más que teléfonos y tabletas.
Por ello, Jon Fredrik Baksaas, presidente de la GSMA, fue claro en decir que el potencial de la industria hoy es un ecosistema integrado por operadores, fabricantes, desarrolladores y creadores de contenido.
Baksaas fue claro en decir que el negocio está en el Internet de todas las cosas.
Y la empresa Samsung parece estar claro en ello. El lanzamiento al Galaxy S5, ayer lunes en la primera jornada de la feria, evidencia la estrategia de la coreana de crear un ecosistema digital entre popular teléfono y sus reloj inteligente Galaxy Gear. Estos nuevos modelos, que responde a la tendencia de los wearables (tecnología que se viste) y permiten pasar la música directamente a la muñeca, controlar el ritmo cardiaco y guardar los datos de las sesiones deportivas.
Mientras en la sala la exposición de la Ciudad Conectada en el MWC, un ciclista conecta a un sensor pasa sus datos sobre índice glicérico y ritmo cardiaco a la nube. Una solución desarrollada por la operadora Orange y la GSMA que abre una ventana de posibilidades para mejorar el control de los pacientes diabéticos.
Otro ejemplo de la nueva era son los automóviles que pasaron de los parqueos a la sala de exhibición del recinto ferial del MWC. Ford, Audi, BMW se mezclan con Nokia, Samsumg, Huawei y ZTE.
Al integrar un chip al carro, en un futuro no muy lejano, usted pasará por su restaurante de comida rápida y pagará desde el panel de control del automóvil.