Tal vez por eso, la seguridad se está volviendo una prioridad: casi la mitad de las organizaciones encuestadas afirman gestionar activamente sus vulnerabilidades y ocho de cada 10 también investiga activamente nuevas amenazas para proteger proactivamente su entorno de peligros que surjan.
También están preocupados por proteger la información sensible, y están revisando las políticas organizacionales en torno a las redes sociales y educando a sus usuarios para atender los riesgos de seguridad. La nube y la movilidad siguen siendo otras inquietudes pendientes en la agenda.
Franklin Noguera, socio de gestión de riesgo empresarial de Deloitte Costa Rica, considera que “las organizaciones parecen estar enfocándose en áreas específicas, pocas están tomando una medida holística que cubra a los empleados, los procesos y la tecnología”.
Además, 44% de las empresas consideran que les falta presupuesto para atender la seguridad de forma efectiva. En el caso de los bancos, por ejemplo, siete de cada 10 señalan que dedican de un 1% a 3% de su presupuesto de TI a la seguridad de la información.