Que la creación de puestos de trabajo es un tema transcendental para el país resulta una perogrullada, el cómo lograrlo, y principalmente, el cómo hacerle frente al desajuste entre la oferta de trabajo y la demanda disponible es el verdadero reto, amarrado a que según la última Encuesta Continua de Empleo del INEC (IV trimestre 2013) la población desempleada entre los 15 y 24 años representa el 47.4%.
Los temas laborales generalmente se abordan en la condición de accesorios cuando por su importancia deben ubicarse entre los asuntos de esencial interés.
El modelo de desarrollo económico basado en la atracción de inversión extranjera directa genera en cuanto a empleo un impacto positivo pero selectivo, ya que las oportunidades están disponibles para quienes están debidamente capacitados, lo cual es una realidad solo en una porción de la fuerza de trabajo.
¿Qué somos un país educado? Pues en realidad de acuerdo con el más reciente informe del Estado de la Nación el promedio de estudios es de 9 años, y la mano de obra calificada en Costa Rica es solo el 40% de los ocupados.
¿Qué hacer con esa dualidad latente en el mercado de trabajo?. ¿Cómo crear suficientes oportunidades de empleo para esa población parada que como mucho concluyó la primaria, que no tiene la menor idea de informática ni sabe un segundo idioma?.
Teniendo lo anterior en mente, tuve la oportunidad de conversar con don Helio Fallas, candidato a la primera vicepresidencia del PAC, quien me puntualizó que el énfasis en cuanto a desempleo se debe colocar con miras en la población más joven, y me expuso 3 propuestas que impulsaría desde su partido, las cuales comento a renglón seguido.
“Para hacer una reducción importante en el desempleo habría como que focalizar más en el lado juvenil. Le voy a dar un par de datos: hay 39 mil jóvenes en pobreza extrema y 82.500 en pobreza que están desempleados”.
“Por cada 8 mil jóvenes que se contraten la tasa de desempleo cae un 0.5 puntos. De esa gente que está desempleada queremos impactar la pobreza extrema, entonces qué mejor que darle empleo a esa gente.
¿Cómo se hace?La primera alternativa son los créditos fiscales o subsidios directos para incentivar que la empresa privada contrate jóvenes en pobreza extrema o con discapacidad. La idea requiere maduración principalmente en cuanto al tema del financiamiento, que no es detalle menor, porque sin sustento económico no es viable.
La segunda propuesta va encaminada hacia la capacitación técnica y aumento de destrezas específicas.
¿Continuar con el programa EMPLEATE? “Yo lo vi y me pareció que era un 2% de cobertura, habría que aumentarlo un poco”. “Yo creo que el programa ensimismo no está mal, el asunto es como financiarlo”. EMPLEATE se sustenta con fondos provenientes de Fodesaf y desde el 2012 se han invertido 4.296 millones de colones logrando la graduación de 1.000 estudiantes.
Él y doña Yamileth González mencionaron la formación por demanda, es decir, que la capacitación se ajuste a las necesidades actuales e inmediatas de las empresas, una coherencia lógica entre lo que se aprende y los conocimientos que se requieren para ser contratado.
De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo de Perú, por citarles una referencia, por cada profesional universitario en una empresa se necesitan 10 técnicos capacitados.
¿Cómo llevarle el pulso a lo que el mercado requiere? Yo creo que debería realizarse un diagnóstico periódico sobre las necesidades de formación para minimizar las fricciones por los ajustes entre la oferta y la demanda de competencias y habilidades técnicas. El país debe afinar la manera en que se orquesta el modelo formativo para que la urgencia sea atendida de manera inmediata y decidida. Quiero decir que no se pierda el impulso en el laberinto de la burocracia.
Por esa vía don Helio apuesta por consolidar alianzas entre empresas privadas y gobierno, con el objetivo de que las primeras absorban o colaboren en el aprendizaje de los trabajadores o potenciales candidatos a un puesto. Me parece que se podría pensar en la posibilidad de un modelo de programas formativos con compromiso de contratación.
Por último don Helio recalcó, subrayó y marcó en negrita el tema del emprendedurismo, insistiendo en el fomento de la cultura emprendedora desde temprana edad en los colegios. Estuvimos conversando en cuanto a que a los ticos no se nos educa para ser dueños de nuestro propio negocio y la idea de empezar un proyecto generalmente se plantea como “ándate a ver en que te metés y vemos a ver como te ayudamos con el crédito”.
Lo que el PAC propone es impulsar Pymes ligadas a la innovación, algo a lo que podrían aspirar astutos trabajadores calificados (volvemos al tema de la dualidad del mercado laboral). Según mis notas don Helio me comentó que unos de los obstáculos actuales es que “las Pymes están trabajando con un montón de instituciones y nos parecen que están muy descoordinadas” por lo que baraja la posibilidad de crear un Ministerio que fije la política para las Pymes, y que tenga bajo su cargo a un organismo ejecutor.
¿Por qué no valorar la posibilidad de una reducción en las cotizaciones a la seguridad social en el caso de jóvenes que se lanzan al emprendedurismo?
Los asuntos en torno al empleo requieren de una verdadera voluntad política dispuesta a un esfuerzo no menor, capaz de hacer algo más que apagar incendios con extintores de corto alcance y con hidrantes desperdigados en el sistema.
Si no lo ha definido aún, el PAC revelará cuan importante será en su gobierno la atención de los asuntos ligados al trabajo y al bienestar social según sea el responsable que nombren para tomar las riendas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, quien deberá actuar como uno de los promotores del cambio en la formación profesional, entre otros asuntos.
La formación del recurso humano debe ser un aspecto clave en la generación de las políticas de empleo de este país, recordando que la educación no está solo en las aulas, y que continua pendiente la tarea de dar mayor peso a la capacitación técnica de calidad dirigida a mejorar la empleabilidad de los trabajadores sea por cuenta ajena o propia.