¿Un buen trabajador debe ser recatado en su vida sexual?

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Según el libro del Arte de la Guerra, la influencia moral, aquello que motiva a la gente a estar en armonía con sus líderes, es uno de los factores fundamentales para alcanzar la supervivencia, o morir derrotado en la ruina.

Y si no que lo diga la ex Viceministra Bolaños.

En esta guerra en la que la vida privada mide sus fuerzas frente a la omnipresencia de las redes sociales, pareciera que la moralidad colectiva y la intimidad se han visto devastadas. Actores y espectadores naufragamos por aguas malas.

Se trata de un combate que se libra en el ciberocéano, campo de batalla en el que no aplican las tácticas navales tradicionales.

¿Quién disparó en mar abierto el video de la ex Viceministra? Es sin duda un golpe mortal directo a la yugular de su dignidad, producto de una operación anfibia que a mi parecer estuvo absolutamente planificada. En las redes sociales el enemigo es silencioso y el espacio de batalla infinito.

Con la velocidad del Internet, es posible disparar un misil cargado de morbo, impulsado por el interés malsano de eliminar de un solo golpe la reputación de una persona, y alcanzar con éxito dicho propósito.

“Sutil e insustancial, el experto no deja huella; divinamente misterioso, es inaudible. Así se convierte en el dueño de su enemigo” (Sun Tzu).

Las invasiones bárbaras a la intimidad son aplaudidas por la mayoría, y es precisamente este interés enfermizo del que padecemos muchos – no me excluyo – el señuelo que estimula al ávido enemigo, quien entre aplausos celebra la masacre de su víctima.

Esta rivalidad creciente entre vida personal y redes sociales ha alcanzado las rutas marítimas laborales. No han sido pocos los que han perdido su empleo por publicaciones electrónicas relacionadas con su intimidad.

¿Despediría usted a un trabajador porque circula en You Tube un video en el que aparece tras la cámara, en primera plana y con poca ropa?

¿Un buen trabajador debe ser recatado y cauto en la intimidad de su vida sexual? ¿Es acaso esta una condición para llevar a cabo exitosamente la prestación de un servicio en el contexto de una relación laboral?

Habría entonces que incluir en el proceso de entrevistas preguntas como ¿ha grabado usted un video-hot?.

El tema es bien interesante, si además lo unimos a la discusión que actualmente gira en torno a la educación sobre sexualidad que se busca promover entre adolescentes.

El artículo de opinión del Ministro de Educación Pública publicado por La Nación el pasado domingo ““El buen sexo (y su mala fama) me encantó.

Don Leonardo coloca el tema en sana perspectiva: “No debemos temer al sexo, ni mucho menos, a la educación sexual. Temamos, sí, a la ignorancia que permite transformar la manzana – fruta sana y sabrosa – en fuente de pecado, y, al sexo, en fuente de agresión, de dominio, de maltrato y de abuso egoísta.”

En esta batalla entre intimidad y redes sociales, en el contexto de la sexualidad, el Derecho Laboral debe tomar acción preventiva, y cuando sea necesario, también ataque defensivo, porque las relaciones entre patronos y trabajadores se han visto flanqueadas por esta lucha que tensa el respeto por los derechos constitucionales y la defensa de los intereses empresariales.