Las últimas semanas han sido de grandes alegrías para el deporte y el pueblo costarricense.
Keylor Navas cumplió con honores su sueño de ser portero en la Champions League y además se coronó campeón jugando en el Real Madrid.
La mediocampista Shirley Cruz, llevó a su equipo el Paris Saint Germain hasta semifinales de Champions y, tras ser considerada como la mejor jugadora de la liga francesa en 2013, este año figuró en la terna de nominadas para mejor jugadora de la temporada en la liga francesa. Edito para agregar que Shirley fue nombrada por la UEFA en el equipo ideal del 2016.
Andrey Amador, consolidándose como el mejor ciclista centroamericano de todos los tiempos, aseguró su espacio como uno de los mejores de este Giro 2016 y se puso el simbólico maillot rosa, como líder de la etapa 13.
¿Que tienen en común?
- Han competido entre los mejores en el mundo y han triunfado.
- Respetan, celebran y alientan el triunfo de los otros dos.
- Han tenido un sueño y se han preparado para el mismo: tienen una trayectoria de estudio, trabajo, entrenamiento, trabajo arduo y dedicación.
- No se conforman con ese éxito y se proponen seguir en su proceso de crecimiento, desarrollo y aprendizaje.
-Celebran sin menospreciar a los demás para poder triunfar.
-Manejan los triunfos con dignidad sin prepotencia. Prefiero la dignidad a la humildad, porque esta última palabra la han manoseado mucho y ha perdido su verdadero sentido.
-Respetan sus raíces.
- No olvidan a quienes les han apoyado.
En una sociedad tan llena de gente que pretende obtener todo sin hacer nada, que se hace merecedora de los triunfos de los demás, que cultiva el ocio y la viveza como método de avanzar, es más que gratificante tener a estos tres referentes.
Las escuelas, colegios y universidades en Costa Rica deberían tomar su ejemplo para enseñar que el facilismo es de mediocres y el triunfo se logra poco a poco y que también implica muchas frustraciones y fracasos.
Con el permiso que generosamente me da mi amigo Álvaro Merino, tomo su explicación magistral publicada en su blog, sobre la frase que está a la entrada de Wimbledon "El triunfo y la derrota son caras de la misma moneda. Tal y como reza el poema de Kipling sobre la entrada de la pista central de Wimbledon, si te encuentras con el triunfo y la derrota, trata a estos dos impostores de la misma manera. En el triunfo, humildad y en la derrota aprendizaje para transformarla en útil. El reto en el triunfo es no volverse arrogantes y en la derrota es no castigarse, sino levantarse y seguir haciendo lo que se sabes hacer con más intensidad y mayor determinación."
Y paso a reproducir el poema del laureado británico Rudyard Kipling:
Si...
Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la han perdido y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y la derrota,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella...