Recuerdos que nos hacen lo que somos

Nosotros solo podemos decidir como vivimos y como la usamos mientras la tenemos

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“Mi única explicación es que así como los hechos reales se olvidan,

también algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido.”

Gabriel García Márquez

Hola, hola. Reciba un cálido saludo de año Nuevo en este 31 de Enero. Me tomé un receso amplio, estuve viajando y deliberadamente desconectada por un tiempo, explorando lugares nuevos, redescubriendo lugares conocidos. También abrí espacios para dedicarle a seres queridos a quienes hacía tiempo que no veía por la distancia geográfica. Tuve nutrición para la imaginación, la creatividad, la mente y el alma. Estuvo bien.

En este último mes tuve una experiencia repetida, que me ha hecho reflexionar mucho. Estuve con cuatro seres queridos, todos los cuales han perdido su memoria en algún grado. Una, es una señora mayor, de casi noventa años, que pierde la memoria como consecuencia de la edad y no está consciente de ello, prosigue feliz repitiendo una y otra vez, recuerdos importantes de su vida, pero poco del presente La otra es menor, como consecuencia de un derrame perdió parte de la capacidad de expresarse, de encontrar las palabras por así decirlo. Una mujer brillante y activa, que tiene altísimos niveles de frustración cuando se da cuenta que no encuentra datos o palabras. El otro, bastante menor,

un hombre aventurero, expresivo, divertido e inteligente, ha tenido una perdida de memoria importante de corto y de largo plazo, por consecuencia de un infarto a la aorta—una pérdida de la memoria inmediata que amenaza con su propio bienestar ya que no recuerda ni siquiera si comió---la realización de ello le sume en una gran tristeza. La cuarta persona, una persona en sus cuarentas, ha perdido la memoria de corto plazo, sin que aún haya explicación para ello. Pasó de ser una persona divertida e intensa a un ser frágil y temeroso, dependiente en otros para proseguir con su cotidianeidad. Los que pierden la memoria, por lo general son incomprendidos, muchas veces los que le rodeamos, pensamos que es descuido, falta de esfuerzo. Pero a como tristemente pude experimentar con estos seres queridos, la memoria tiene voluntad propia y a veces se marcha sin avisar.

La memoria es lo que de muchas maneras conforma nuestro ser. La memoria no es solo acordarme de la fecha para un cumpleaños o del crecimiento en el volumen de una operación. La memoria nos configura como seres. A mi no me gusta la cebolla. No es solo que no me gusta la cebolla, sino que sé y recuerdo que no me gusta la cebolla, que me hace daño tomar el sol, que mi padre tiene los ojos color azul cielo, que tengo que detenerme en las esquinas antes de cruzar, quienes fueron mis compañeros en la maestría, cual fue mi primer trabajo, como conducir un coche, los países a los que he viajado, recuerdo y sé toda la información que tengo almacenada para poder emitir un criterio, dar una opinión, proveer una asesoría. Toda la experiencia y aprendizaje de vida existen en la medida en que los recuerdo. Si no lo recuerdo, no existe. Si no lo puedo decir en palabras, también es difícil que exista, porque será difícil para los otros entenderlo.

A veces, hay recuerdos tristes y dolorosos, recuerdos que uno no quisiera tener o que tal vez incluso la mente se encarga de borrarlos, como sucede cuando hay un trauma importante. Hay otros recuerdos que son tan bonitos, que tal ve con frecuencia terminamos haciéndoles “photoshop”, es decir los vamos puliendo y puliendo hasta que se vuelven una versión idealizada de las cosas. Como cuando uno vuelve a un lugar y se sorprende porque no es tan lindo como lo recordamos. Lo que nos empeñamos en recordar, muchas veces determina cuan felices o infelices somos. Hay quien se aferra al pasado y a los recuerdos, olvidándose de vivir el presente. Hay quien hace caso omiso del pasado y se reinventa en el presente. Todo eso pasa, mientras tenemos memoria…pero nosotros no decidimos cuando la perdemos, tan solo como la usamos mientras la tenemos. Tan solo como vivimos mientras podemos recordar lo que vivimos.