La muerte por suicidio es cada vez mas común en muchísimos países. El suicidio figura entre las 20 causas de defunción más importantes a todas las edades a nivel mundial. Cada año se suicida casi un millón de personas. Según el World Life Expectancy, en orden descendente, hay mas incidencia por cada 100,000 personas en Finlandia que en Uruguay que en Bhutan que en Chile que en El Salvador que en Estados Unidos que en Canadá que en Alemania que en Argentina que en Guatemala que en Costa Rica que en Gran Bretaña que en Colombia que en Brasil que en España que en Brunei que en México que en Venezuela que en Perú. Es decir, Perú es el país con menor incidencia de la lista.
Por lo general, siempre que hay un suicidio se reporta en los medios de igual manera que una muerte natural o atribuible a otros, lo cual es un grave error. No es lo mismo ni es igual: la causa mecánica o física por la que falleció alguien que se suicida, la diagnostica la medicina forense, mientras que la causa que le impulsó a tomar esa acción nadie la sabe ni nadie la sabrá. Quien se aventure a decirlo, simplemente especula, banalizando el problema. Y se hace un inmenso daño con este problema social cuando se intenta establecer causas, porque por lo general no es una sola causa, no hay una relación causal fácil de identificar. Indica la Doctora Alejandra Fleischmann de la OMS que “los factores que determinan llevar a cabo una tentativa de suicidio son múltiples y variados” -psicológicos, sociales, biológicos, culturales y medioambientales". «Cada suicidio supone la devastación emocional, social y económica de numerosos familiares y amigos», ha declarado la Dra. Catherine Le Galès-Camus, Subdirectora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental. Esta es una llamada de alerta para la sociedad que frecuentemente rechaza o enjuicia a los familiares.
Dice la OMS que " El comportamiento suicida viene determinado por un gran número de causas complejas. Las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales constituyen importantes factores de riesgo de suicidio. Los antecedentes familiares de suicidio, los maltratos en la infancia, el aislamiento social también tienen gran influencia en numerosos suicidios. Las enfermedades orgánicas y el dolor discapacitante también pueden incrementar el riesgo de suicidio." OMS calcula que por cada muerte atribuible a esa causa se producen entre 10 y 20 intentos fallidos de suicidio, que se traducen en lesiones, hospitalizaciones y traumas emocionales y mentales, pero no se dispone de datos fiables sobre el verdadero alcance. Las tasas tienden a aumentar con la edad, pero recientemente se ha registrado en todo el mundo un aumento alarmante de los comportamientos suicidas entre los jóvenes de 15 a 25 años. El suicidio es un trágico problema de salud pública en todo el mundo. Se producen más muertes por suicidio que por la suma de homicidios y guerras.
Al suicidio con frecuencia se le llama “cobardía” o “egoísmo” interpretando y enjuiciando lo que nadie sabe. El suicidio, pienso, es ante todo un acto de desesperación y tal vez de locura, un acto de alguien que entiende que tal vez es un estorbo para la felicidad de sus seres queridos, alguien que está en un punto muy alto de soledad percibida, alguien que entiende que las cosas están a como están y seguirán estando a como están, para quien no hay regreso. Robin Williams y muchas otras personas, han pasado décadas luchando contra la enfermedad de la depresión. Robin ya no tuvo mas fuerzas, sabe Dios porqué, mas allá de lo que se pueda especular. El suicidio se puede prevenir y evitar en un 80% de los casos, pero hay que poder identificar las señales e intervenir. Pienso que el suicidio no es una decisión libre y racional, es un impulso irracional, que se ve como una ventana de liberación. No es que quieran morir, es que no hallan nada por lo cual vivir a como lo expresa el famoso poeta español, Miguel Hernández, quien murió de tubercolosis contraída en la cárcel en la época de Franco, en estos fragmentos de un poema escrito alrededor del año 1935:
Hoy me sobra el corazón
" ...hoy estoy para penas solamente, hoy no tengo amistad, hoy sólo tengo ansias de arrancarme de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato…
...No puedo con mi estrella. Y busco la muerte por las manos …
...Si no fuera ¿por qué?… no sé por qué, mi corazón escribiría una postrera carta, una carta que llevo allí metida, haría un tintero de mi corazón, una fuente de sílabas, de adioses y regalos, y ahí te quedas, al mundo le diría.
...Yo nací en mala luna. Tengo la pena de una sola pena que vale más que toda la alegría.
Cuanto más me contemplo más me aflijo: cortar este dolor ¿con qué tijeras?
…Me sobra corazón.
Hoy, descorazonarme, yo el más corazonado de los hombres, y por el más, también el más amargo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo me perdono la vida cada día.”
No se puede hablar de un suicidio como el del actor Robin Williams, sin tomar en cuenta la depresión, la cual no es lo mismo que la tristeza. Dicho muy someramente, la tristeza es una alteración del estado de ánimo, causado por un hecho en concreto, una pérdida de cualquier tipo, un cambio que se percibe como negativo en la vida de una persona, es un estado temporal cuya existencia tiene un principio y un final.
Hay muchos tipos de depresión, como también la causa puede ser psicobiológica o psicosocial, mas este no es un tratado de psicología sino un cúmulo de observaciones y opiniones. Lo que si es claro es que afecta el cuerpo y la mente, afectando integralmente la calidad de vida. La depresión se caracteriza por una tristeza intensa y prolongada, mas profunda y dolorosa. Muchas veces acompañada por anhedonia que es la incapacidad del disfrute. Los sintomas son variados pero pueden incluir: falta de concentración, falta de energía, desórdenes con el apetito y el sueño, sensaciones de culpa, inutilidad, incapacidad, sentirse que no vale nada y que no merece nada, aislamiento, entre muchos otros. Frecuentemente interfiere con la funcionalidad diaria, aunque la persona haga todo el esfuerzo de seguir adelante. La depresión es implacable y quien la padece no puede disfrutar de todo aquello que quienes no la padecemos podemos disfrutar. Tal vez por ello es que cuesta tanto entenderla. Igualmente, la soledad es algo muy personal, algo propio, no lo dictamina ni el amor de los demás ni tampoco la abundancia de bienes, admiración, salud o éxito. La depresión cobra un alto costo a las relaciones interpersonales y la interacción social, porque también inhibe el poder sentir o expresar amor hacia otros. Igualmente causa mucha frustración entre quienes le rodean, ya que frecuentemente no hay manera de penetrar su aislamiento. La depresión es tratable, pero para ello hay que tener la apertura mental por parte de quien la padece al igual que el apoyo de sus seres queridos.
El estigma que se le achaca a la depresión como algo propio de personas sin fuerza de voluntad, sin personalidad o sin fe, lo que logra es que mas y mas personas que la padecen la oculten. Y después vienen las sorpresas, porque muchas personas se ponen una máscara, la cual sostienen la mayoría del tiempo. Con esa máscara tratan de disimular ante el mundo y tal vez ante sí mismas. Hasta que ya no da para más.
Creo que se hace muy necesario crear campañas didácticas sobre salud mental, tanto para el público en general como para quienes propagan noticias. Creo que se hace muy necesario para las personas, no juzgar, sino educarse, leer, informarse.
¡Descanse en paz, Robin Williams! Gracias por la risa, sonrisa e inspiración, por haber compartido sus dones de manera tan amplia con el mundo.