Si todo mundo pensara como don Johnny

Don Johnny estaba exactamente en el mismo lugar que muchos emprendedores y que muchos soñadores que luchan denodadamente con recursos económicos mínimos pero con máximo esfuerzo personal. No se trata de gastar el dinero que no se tiene, sino de invertir la energía y el esfuerzo personal, sacando fuerza aún cuando se siente que ya no se tiene.

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El finalista para la segunda ronda de elección presidencial de Costa Rica, Sr. Johnny Araya, dimitió la semana pasada, pocas semanas antes de las votaciones, porque no tenía los fondos que consideraba adecuados para la campaña y todas las encuestas indicaban que sería perdedor.

Al igual que muchas personas, me quedé estupefacta. Mientras la gente se desangra en Ucrania, Venezuela y otros países, en Costa Rica se disfruta de la democracia y del derecho al voto, sin temor al fraude. Sin embargo, un candidato se dió el lujo de renunciar a... ser candidato de la segunda ronda.

Soy de la gente que piensa que uno muere con las botas puestas, particularmente si había 465.656 costarricenses que votaron por él en la primera ronda, particularmente si representa a un partido que tiene una herencia que se remonta a 1951 y antes. El liderazgo ante todo exige resiliencia, la capacidad de levantarse una y otra vez, aún cuando el horizonte está oscuro. El liderazgo político, que es ante todo o debe ser ante todo, un liderazgo de servicio, siempre debe anteponer el interés de aquellos a quien se lidera por encima del propio.

Muy mal ejemplo da Don Johnny a los jóvenes: si no hay plata y todo mundo dice que me va a ir mal ¿es mejor no luchar? ¿Cómo se le explica a niños y adolescentes que el señor que tal vez podía ser Presidente de todos los costarricenses, decidió tirar la toalla porque el panorama era muy difícil? Si me va mal en los estudios y no tengo el celular más caro ni las últimas tenis de moda ¿que hago, me salgo del cole? Si tengo que tomar tres buses para llegar a la U, estudiar de noche, trabajar de día, competir en el trabajo con personas que vienen de familias de recursos holgados ¿renuncio a estudiar? ¿renuncio a luchar?

Diciendo que solo se puede hacer campaña en medios masivos, flaco favor le hace a un país que se precia de ser muy tecnológico, en el cual miles de personas trabajan en tecnología y hacen uso de los medios sociales y de la Internet. Tan es así, que quienes ocuparon el segundo y tercer lugar en los resultados de las elecciones presidenciales, no tuvieron recursos para campañas masivas, pero ganaron a través de los medios sociales.

Pobre ejemplo de competitividad para un país que se destaca mucho más de lo que su pequeño tamaño en población y kms2 le permitiría, mucho mas de lo que sus escasos recursos económicos y naturales, le permitiría. Si todos los emprendendores, en Costa Rica y en el mundo, pensaran como don Johnny, nunca harían negocio. Imagínese, ¿para qué hacer algo si no tiene plata y además tiene un competidor muy fuerte?

Si Franklin Chang hubiera pensado como don Johnny, el escolar del colegio La Salle nunca hubiese sido astronauta, total ningún tico lo había logrado antes, no era millonario, el inglés no era su segundo idioma y lo tenía muy cuesta arriba.
Si Keylor Navas hubiese pensado como don Johnny no se hubiera ido a trabajar a España, donde hoy brilla como uno de los mejores porteros de la liga española.

Si todo mundo pensara así, mejor que no vaya la Sele al Mundial, le va a tocar jugar con excampeones mundiales y jamás tiene el dinero ni los recursos de un Inglaterra, por ejemplo.

Yéndome fuera de Costa Rica, daré algunos ejemplos reales, de casos de individuos, no de políticos:
La escritora de Harry Potter, JK Rowling, era mujer con historia personal y laboral muy triste, fue rechazada numerosas veces por todas las editoriales. Si hubiera pensado como don Johnny, nunca se hubiera atrevido a presentar su libro una y otra vez, hasta finalmente publicar a través de una pequeña empresa editorial, de ahí a la fama mundial.

A Elvis Presley, después de una de sus primeras audiciones, le dijeron que mejor se regresara a manejar camiones. Un pobre muchacho sureño, sin dinero y sin modales, tenía todo en su contra. Y fue lo que fue, el Rey.

A Walt Disney, lo despidieron del Kansas Star, periódico donde trabajaba, porque "no tenía imaginación y no tenía buenas ideas". Si hubiera actuado como don Johnny, no existiría Disney, independientemente de lo que uno piense de ello.

Pero todos ellos, aunque solo respondían a sí mismos y tal vez a sus familias, aún así siguieron luchando. Muy cierto es que es más cómodo trabajar con todos los lujos, a como se manejó la campaña de don Johnny en la primera vuelta. Pero, ¿tan difícil era hacer una campaña austera con agudeza estratégica? ¿Tan difícil era acostumbrarse a luchar en base al cerebro y no a los millones? ¿Tan difícil era enfrentar una posible derrota en las urnas, el día de las elecciones? ¿Tanto como para preferir defraudar a cientos de miles?

Pienso que se lucha hasta el último segundo, hasta el último centímetro. Solo así se le puede responder con honor a todos los que le honraron con su confianza: hice todo lo que pude, no lo logré. Con honor, esa palabra que según la Real Academia Española significa:

Honor 1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

Y otro detalle más, que me ha llamado la atención como especialista en liderazgo. ¿Cómo es que una persona renuncia y es otra la que da las explicaciones?

Francamente, he buscado y buscado referencias y no las he encontrado. Pero esto es tema aparte.