¿Cómo gestionar mi patrimonio?

La gestión del patrimonio, independientemente de su tamaño o forma, genera en cada individuo un importante desafío, para algunos es una tarea retadora para otros es abrumadora.

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La gestión del patrimonio, independientemente de su tamaño o forma (dinero, inversiones financieras, ahorro, terrenos, casas, joyas, arte, entre otros) genera en cada individuo un importante desafío, para algunos es una tarea retadora para otros es abrumadora. Sin embargo, un elemento que se debe de tomar en cuenta es que se debe asumir el proceso de decisión con AUTOCONFIANZA.

La autoconfianza se refiere al control que tengamos sobre nuestro patrimonio en términos de habilidades propias y claridad de nuestro plan. Ambos elementos parecen muy sencillos, pero en la realidad, el tema de inversiones parece ser distante y se delega a un asesor; y por ello erramos en no cuestionar la estrategia o los activos en el portafolio; y se estima que uno de cada seis clientes, no cuenta con un plan patrimonial que guíe sus decisiones de inversión.

Ante esto, el primer paso que se recomienda es hacer un análisis del propósito de este patrimonio, tanto para la vida personal como familiar. Detrás de cada decisión de inversión antes de una maximización de rendimiento, crecimiento o protección de capital, hay motivaciones más profundas, arraigadas en nuestro propósito de vida, como lo son: seguridad, protección del futuro de nuestros hijos, educación, retiro anticipado, independencia profesional, por mencionar algunos ejemplos. Este descubrimiento es un proceso de exploración continua.

Seguidamente, se puede crear un plan de trabajo con compromisos y tiempos que fomenten, no solo la consecución de los objetivos, sino también, la base para analizar el futuro del portafolio. Este plan trazará el camino en la búsqueda de la toma de decisiones.

La confianza no radica en el movimiento de los mercados o del valor de su portafolio, sino en saber que hay un destino y un plan debidamente proyectado al que, por las condiciones del mercado o cambios de vida, se nos exige tomar acciones para el alcance de nuestros objetivos.

En este plan se debe contemplar su presupuesto (ingresos y gastos), sus deudas, movimientos extraordinarios posibles producto de venta de activos, herencias, cambios de vida programados (matrimonio, compra de casa, hijos). Otra recomendación es definir sus objetivos para el corto, mediano y largo plazo.

En este proceso un asesor es un gran aliado, ya que brinda acompañamiento a lo largo del camino, apoya y guía en el proceso de exploración de objetivos, le acerca las habilidades técnicas, y en conjunto construyen este plan de trabajo. Asimismo, su asesor de confianza será un pilar en el seguimiento del plan al identificar aquellos momentos donde las decisiones le estén desviando del camino y, por tanto, de sus objetivos.

Una vez definidos estos lineamientos, se debe tener claro que lo anterior pasa por tomar decisiones de inversión, las cuales deben de ser analizadas a la luz del plan y no solo del rendimiento, deben de estar alineadas con su tolerancia y capacidad de asumir riesgos. De esta forma, los instrumentos de inversión son herramientas para el logro del objetivo y el fin en sí mismo.

En la gestión de su patrimonio tome en cuenta, no decisiones de inversión, sino revise de manera constante sus obligaciones fiscales, los riesgos que puede proteger con algún seguro, su estrategia de sucesión personal y empresarial, si es el caso, ya que no hacer un proceso integral puede tener un impacto negativo innecesario.