El momento idóneo para pesarse y calcular su porcentaje de grasa corporal

La deshidratación puede generar una subestimación de hasta 5 kg en la masa libre de grasa

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Cuando mi mamá se va pesar, se ve como cuando uno quería hacer una llamada con celulares de antena: toma el aparato y empieza a caminar de un lado a otro, convencida de que en un azulejo el peso (el equivalente a la señal del celular en aquella época) será distinto del que tenga en el azulejo de la par.

No es culpa de ella. Hay romanas que efectivamente son así: el desnivel del piso puede hacerlas que calculen mal el peso y que este varíe de un lado a otro.

Incluso, puede pasar que si se pesa en la romana del baño, el número sea diferente que si lo hace dos minutos después en laTanita que tengo en donde atiendo a mis clientes.

La marca del equipo tiene que ver con eso y con la precisión de los resultados que arroja cada uno.

Pero ¿cómo se explica, entonces, que si se pesa en la Tanita, colocada en determinado azulejo un día, pese distinto y tenga distinto porcentaje de grasa que si lo hace al día siguiente en el mismo aparato, colocado en el mismo lugar?

Ya eso no es culpa del aparato, sino, de las condiciones en las que se pesa ella.

Las Tanitas, como otros aparatos de impedancia bioléctrica, logran calcular el peso, el porcentaje de grasa, la densidad ósea y otros aspectos de la composición corporal, gracias a una corriente eléctrica de bajo nivel que recorre el cuerpo y que mide la impedancia u oposición del flujo de corriente.

Entre más puntos de contacto tiene la máquina, más preciso es el resultado que arroja ---y por ende, más cara cuesta---.

La ciencia detrás de esto se basa en el cálculo del contenido total de agua de un individuo. Esto porque los electrolitos de agua corporal son excelentes conductores de corriente eléctrica y el tejido adiposo tiene escaso contenido de ellos.

Así, entre más grasa tenga su cuerpo, más resistencia tendrá el flujo eléctrico al recorrerlo.

Pero también, entre más deshidratado esté usted, menos material conductor tendrá para ese recorrido y la máquina podría “confundirse” e interpretarlo como tejido adiposo.

De acuerdo con el entrenador Christian Azofeifa, el nivel de hidratación en el cliente constituye una importante fuente de error en este método de valoración y hasta un 4% de error en el cálculo se puede atribuir a ello.

“La deshidratación puede generar una subestimación de hasta 5 kg en la masa libre de grasa”, explicó el profesor del curso Evaluación funcional del cliente en el entrenamiento personal de la UNA.

Pero ese no es el único factor que influye: haber comido, bebido, hecho ejercicio, orinado, ido al baño e incluso, andar con el periodo menstrual, pueden influir en el cálculo y arrojar datos erróneos.

Por eso, recomienda no comer ni beber desde cuatro horas antes de medirse; y abstenerse de consumir alcohol desde 48 horas antes.De lo contrario, existe la posibilidad de sobreestimar la masa libre de grasa en casi 1,5 kg.

Tampoco se debe realizar ejercicio 12 horas antes de la medición porque esto puede subestimar la masa libre de grasa en hasta 12 kg.

El educador físico recomienda además vaciar por completo la vejiga dentro de un periodo de 30 minutos antes de medirse y, si anda en los días de la menstruación, cambiar la cita para otro día.

A pellizcos

Si su entrenador no tiene un equipo de impedancia bioeléctrica, despídalo.

¡Mentira! Pero sí debe saber que si utiliza el método de toma de pliegues cutáneos, el cálculo es aún menos preciso.

“Esas estimaciones presenta un error estándar de estimación de aproximadamente 3,5%”, dice Azofeifa.

Eso quiere decir que si la medición arroja un 19% de grasa corporal, podría tener en realidad 22,5% o 15,5%.

La nutricionista Melissa Jensen coincide: “el método de pliegues tiene el inconveniente de que se introduce el error de medición de la persona que toma el pliegue”, explica la docente de la UCR.

Esto porque dos personas pueden tomar un mismo pliegue de forma distinta.

Además, si la piel del cliente tiene alguna loción o si el cliente está deshidratado pueden ocurrir errores en la toma del pliegue y, por ende, en el cálculo del porcentaje de grasa.

Así que la próxima vez que se pese no se enoje con la balanza, ni con su entrenador, ni con su nutricionista… Asegúrese mejor de ir en las condiciones idóneas a averiguar cómo va esa procesión por dentro.