Donald Trump vs. Carlos Alvarado: caras opuestas ante la industria petrolera

Por: José Joaquín Fernández

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El 05 de febrero del presente año, el presidente de los EE.UU., Donald Trump, anunció que por primera vez desde 1948, su país se convierte en exportador neto de petróleo. Este ha sido el deseo de muchos expresidentes de los EE.UU., incluyendo a Barack Obama y Jimmy Carter.

Los EE.UU. no solo se han convertido en exportadores netos del crudo, sino que también lograron colocarse en años recientes como el mayor productor de petróleo, desplazando a Arabia Saudita.

Mientras que para el gobierno de los EE.UU. es un orgullo convertirse en exportador neto de petróleo, en Costa Rica los gobiernos se enorgullecen de importar el 100% de los derivados del crudo que consume nuestro país.

Mientras que para los EE.UU. es un orgullo superar a Arabia Saudita en la producción de petróleo, en Costa Rica los gobernantes se enorgullecen de prohibir la exploración y explotación de petróleo.

En febrero de este año, a tan solo unos días después del anuncio de Donald Trump, el presidente Carlos Alvarado extendió hasta el año 2050 la moratoria a la exploración petrolera por medio del Decreto Ejecutivo 41.578.

Esta es una nueva prórroga cuyo origen data de la administración Pacheco de la Espriella. Al vencerse este decreto, la expresidenta Laura Chinchilla renovó la prohibición hasta 2014. Luego, la administración Solís Rivera firmó un nuevo decreto extendiendo la moratoria hasta el 15 de setiembre de 2021.

¿Cuál será el objetivo de dichos decretos que postergan la exploración petrolera y de gas natural? ¿Acaso Costa Rica va a consumir menos petróleo si este es importado en vez de ser producido en territorio nacional?

¿Acaso la huella ecológica se verá afectada negativamente si en Costa Rica se consumiera petróleo producido en nuestro territorio? La huella ecológica incluso podría disminuir si el petróleo lo producimos acá porque se reducirían los costos de transporte.

Tampoco tiene sentido prohibir la exploración de petróleo o gas natural argumentando que el consumo de petróleo se acabará en pocos años.

Según el informe “World Oil Outlook 2040”, (1) publicado en el 2017 por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), las estimaciones para la demanda de petróleo pasarán de 95.4 millones de barriles/día en 2016 a 111.1 mb/día para el 2040; es decir, se estima un incremento del 15.8% para las próximas dos décadas.

Costa Rica se vería beneficiada en todo sentido si se levantara la moratoria para la exploración petrolera y de gas natural y su eventual explotación. Los beneficios serían inversión extranjera directa, creación de fuentes de empleo, y millonarios ingresos para el fisco por impuestos recaudados en caso de producirse petróleo o gas natural.

Sin inversión, no es posible generar nueva riqueza ni que crezca la producción. Para disminuir el desempleo se requiere que la inversión crezca más que la oferta de trabajo. Cuando el gobierno obstaculiza la inversión extranjera directa por mero capricho, se reduce la oferta de divisas y con ello se promueve una mayor depreciación del colón.

Yo no entiendo esta actitud en contra del emprendedor de algunos políticos que raya casi en la perversidad u odio, sea persiguiendo a alguien pequeño como un conductor de Uber, a un importador de ropa americana, o alguien grande como una transnacional petrolera. Esta actitud solo conduce a la miseria y, eventualmente, a la tiranía.

Dios nos libre de que este gobierno caiga en la actitud del fascista Benito Mussolini quien decía: “Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado”.