Biografía política de un diputado obstruccionista

Resulta fácil reconocer a este personaje: lo delata su adicción a la palabra NO

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Primero el nombre. Se llama... ¡Qué importa! Habría que transcribir una lista extensa. Digamos, a modo de resumen, que se llama Boicot. Sí, el diputado Boicot.

¿Un apellido? Eterno. El legislador Boicot Eterno.

¿De cuál partido? Tampoco es relevante. En honor a la verdad, puede pertenecer a cualquiera de las actuales organizaciones políticas. Pero bueno, inventemos un nombre para no herir susceptibilidades: NUDO (Nueva Unión Decididamente Obstruccionista).

Es decir, es un parlamentario irresponsable e irracional que se opone por oponerse, llevar la contraria, hacer alarde de su poder; privilegia el ego, la ideología, la mezquindad, el populismo, el cálculo y los intereses particulares por sobre el bienestar común. No conoce el significado ni el ejercicio responsable del derecho democrático a oponerse.

Resulta fácil reconocer a este personaje. Lo delata su adicción a la palabra NO (rememoran sus progenitores que fue el primer vocablo que pronunció, antes que mamá o papá). Le decía no a los chineos, las cosquillas, la leche, la papilla, la hora de dormir, quedarse con los abuelos. Ahora le dice NO a ideas, proyectos, soluciones, desarrollo, oportunidades, bienestar de las mayorías, desafíos, innovación, avances tecnológicos, modernidad...

El diputado Boicot Eterno ganó notoriedad pública con su férrea oposición a un plan tendiente a ordenar, sanear y darle sostenibilidad a las finanzas públicas. Durante el respectivo trámite y discusión demostró una gran pericia para transformar en laberinto lo que en principio lucía como un camino en línea recta y unas cuantas curvas. Esta es una de sus especialidades: convertir lo sencillo en complejo para que se atore, atasque, tapone.

También se le recuerda por el vicio de darle largas a todo, como por ejemplo a una iniciativa de empleo público. "Esto hay que pensarlo detenidamente", "sería irresponsable precipitarse", "necesitamos el dictamen de una subcomisión", "se impone una consulta multisectorial", "me interesan los criterios de la Contraloría, la Sala IV, la Procuraduría, la Unafut, el CNP, los productores de Combate, el FMI, la Fed, el Papa...".

Bloquear es otra de sus especialidades. Si no que lo diga una iniciativa tendiente a modernizar la infraestructura productiva del país. La bloqueó con mociones (absurdas y risibles), rompimientos del quórum, shows en el plenario, denuncias sin fundamento, amenazas.

Como si fuera poco, es todo un agricultor mediático; experto en sembrar dudas de manera ligera e irresponsable (sin evidencias a mano). Dudas sobre otros políticos, instituciones, jerarcas, empresas, intenciones, uso de recursos, procesos, trámites, concesiones, créditos...

De estos y otros recursos echa mano el diputado Boicot Eterno, todo con el único afán de evitar lo que tanto pánico le produce: negociar en serio, ceder, flexibilizar posiciones, llegar a acuerdos, encontrar coincidencias, tomar decisiones, tener que votar. ¡Lástima curul, qué desperdicio!