¿Desde cuándo dudar es sinónimo de irrespetar?

Hay quienes se sentirían a gusto en un mundo donde todos pensemos, analicemos, decidamos y vivamos exactamente igual

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¿Desde cuándo el sano y necesario hábito de dudar se convirtió en sinónimo de irrespeto? Pregunto porque de cuando en cuando se pone en boga atacar a quien se atreve a ejercer el derecho de desconfiar y sospechar de "verdades oficiales" en diversos campos de la vida.

¿A partir de cuál momento cuestionar significa lo mismo que burlarse? Pregunto porque cada cierto tiempo se levantan voces que pretenden descalificar a quien haciendo uso de su inteligencia demanda pruebas y razones en torno a "dogmas" económicos, teológicos, políticos y existenciales.

¿Usted recuerda el preciso instante en que debatir ingresó en la categoría de "malas palabras"? Pregunto porque de repente algunos políticos nos condenan a todos los costarricenses a posponer la discusión seria, reponsable y necesaria de temas y decisiones sensibles para el desarrollo del país.

¿A quién se le ocurrió colocar sobre la hermosa palabra "discrepancia" el rótulo "Terminantemente prohibido ingresar en esta propiedad"? Pregunto porque hay quienes quieren hacernos creer que todos, absolutamente todos, tenemos la obligación de pensar exactamente igual sobre asuntos como la fecundación in vitro, el aborto, la eutanasia, las parejas de un mismo sexo, la investigación con células madre.

¿Y por qué tanta alergia a vocablos como consultar, preguntar, interpelar, investigar? Pregunto porque no faltan personajes de distintos ámbitos que se ofenden y hacen berrinche cuando se les interroga no para que se luzcan sino para esclarecer puntos de vista, hechos y acuerdos.

¿En cuál pasaje de la Biblia se tacha de pecado al sentido del humor, la ironía y el sarcasmo? Pregunto porque abundan los inquisidores a los que poco les falta para condenar al fuego eterno a quienes osan aplicarle una dosis de ingeniosa irreverencia a determinadas creencias, principios o valores.

Resumiendo: hay quienes se sentirían más a gusto en un mundo habitado por personas vendadas para que no vean, no escuchen, no lean, no escriban, no hablen. Un planeta de momias en donde todos pensemos, analicemos, decidamos y vivamos exactamente igual.

Una vez más, ¿desde cuándo dudar es sinónimo de irrespetar?