Fuera de juego

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Aquella cadena de sospechas comenzó con los aficionados al futbol...

Muchos de los hinchas decidieron no asistir al estadio debido a que sospechaban de ocultas intenciones de los dirigentes deportivos. ¿Las razones? Ninguno de los fanáticos las tenía claras.

Los pocos que sí asistieron, enfrentaron serias dificultades en su ruta hacia el estadio, ya que los oficiales de Tránsito les hicieron la vida imposible basados en sospechas de planes malintencionados por parte de los aficionados. ¿Las razones? Se sustentaban en rumores.

Aunado a lo anterior, los entrenadores se negaron a salir de sus casas; sospechaban, desde hacía muchos meses, que sus jugadores procuraban confabularse contra ellos. ¿Las razones? "No sé --dijo uno de ellos--, algo me dice que me están tendiendo una cama". "No tengo pruebas --dijo el otro--, pero he venido observando extrañas actitudes en mi equipo".

Como si fuera poco, los jugadores de ambos clubes no se presentaron en el estadio. La sospecha de que los periodistas deportivos pretendían hacer mofa de su desempeño en la cancha fue más fuerte que cumplir con sus compromisos y responsabilidades.

La verdad es que cada uno de los reporteros deportivos estaba concentrado en evitar que se cristalizara la sospecha gremial de que alguno de sus colegas pretendía serrucharle el piso al resto de la competencia.

Por su parte, los patrocinadores de las transmisiones por radio y televisión suspendieron los comerciales que tenían programados para aquella jornada. Todos ellos sospechaban que las radioemisoras y las televisoras les estaban cobrando más de la cuenta.

Asimismo, el árbitro central sospechaba de los guardalíneas; tenía la firme sospecha de que ambos eran unos corruptos que se vendían al mejor postor. Al mismo tiempo, estos asistentes sospechaban que el árbitro central favorecía solapadamente al equipo de sus amores.

Para rematar, el utilero no infló los balones. Aquella mañana, el inflador le pareció sospechoso, muy sospechoso, exageradamente sospechoso. ¿Por qué? Se trataba de una simple corazonada.

Y bueno, como era de esperar, aquel día no hubo juego... Ya sospechaba yo que así sucedería.

¿Les recuerda esta situación a un país que todos queremos pero que está quedando fuera de juego debido a una peste de sospecha?