"Jale a ver viejazos"

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Esta anécdota del San José de los años 50 y 60 del siglo pasado me la contó mi tío Orlando, un hombre de 66 años. La reproduzco de memoria (palabras más, palabras menos)...

"Tengo muy presente la imagen de los viejos que al salir de sus trabajos decían 'jale a ver viejazos', con lo cual querían decir que iban a pararse en la esquina diagonal al Club Unión, el edificio que se quemó en 1983, a ver a los socios tomando whisky fino en los corredores.

"Pobres viejos aquellos, hasta que se les hacía la boca agua viendo a los viejazos tomar. Y entre ellos comentaban cuál de los viejazos tomaba más, cuál menos, cuál se lo echaba de un solo, cuál lo tomaba puro, cuál lo ligaba...

"Claro, al final se iban a quitarse las ganas en alguna de las cantinas de San José, en donde se tomaban alguna lija de contrabando para quitarse el antojo".

Comparto esta anécdota de mi tío a raíz del reportaje publicado esta semana por El Financiero: "El Club Unión quiere ser joven", elaborado por la periodista Jesica Montero Soto.

Se trata de tres páginas (4-6) en las que se informa acerca de la estrategia y los proyectos que está ejecutando este Club fundado por empresarios cafetaleros hace 90 años (en la Costa Rica de 1923, gobernada por Julio Acosta García) con el objetivo de remozarse; es decir, atraer a personas más jóvenes de modo que el promedio de edad de sus socios baje de 60 años (hoy día) a 40 años.

Menciono solo algunos de los proyectos: una cafetería recientemente inaugurada, un Centro de negocios, un club de playa y un espacio social situado en la terraza de este Club ubicado frente al edificio central de Correos de Costa Rica.

Ahora que soplan vientos electorales (esos que provocan gripes de demagogia y resfriados de populismo), me pregunto si estos incluirán también vientos de cambio y renovación —al igual que ocurre con el Club Unión— en la forma en que afrontamos retos, oportunidades, problemas y rezagos en el país, o si, por el contrario, en materia de propuestas y proyectos a los ciudadanos no nos quedará más que ir "a ver viejazos" en el campo de las ideas y las soluciones.