No voten por Guevara

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Es decir, no voten por mí...

Me siento orgulloso de mi apellido, pero no de mi papel como político; en este campo estoy en deuda con el país, la democracia y la buena política, por lo que se vale que digan "Guevara es un fiasco".

Le doy varias razones para que no le den el voto a Guevara; es decir, para que no malgasten el sufragio en mí.

Primero, soy oportunista. Quiero decir: aparezco "en serio" cada cuatro años, cuando se aproximan las elecciones presidenciales. Entonces me luzco ofreciendo soluciones para problemas nacionales que realmente no me han importado a pesar de lo serios y críticos que son, como el déficit fiscal, la infraestructura, la inequidad, la inseguridad. Luego, tras perder las elecciones, vuelvo a perderme. Guevara (yo) es una especie de fantasma político.

Segundo, soy demagogo. No puedo ver un micrófono o una cámara porque me da por hacer —previa sesión de maquillaje— promesas que sé no podría cumplir en caso de ser elegido Presidente; por cierto, ¡qué torta si algún día la mayoría de los ciudadanos votan por mí! Es que una cosa es hablar por hablar desde la comodidad de la gradería y otra muy distinta bajar al ruedo y torear. Mi negocio es no ser electo; eso sí, elegir algunos diputados para negociar beneficios. ¿Que qué tipo de promesas hago? Por ejemplo, ofrezco una cantidad exorbitante de empleos; mucha gente me sorprende en la mentira, pero no falta algún iluso que muerda el anzuelo. Muy feo hablar mal de uno mismo, pero no puedo evitar decir lo siguiente: ¡Ah Guevara más cara de barro!

Tercero. soy populista. Soy capaz hasta de aparecer en televisión recogiendo basura, algo que ni en mi casa hago, pero soy un fiel adepto a la máxima "al pueblo, pan y circo". Además, como la mayoría de los políticos, asisto a topes, circos, mercados, misa, estadios, barriadas y a cuanto sitio sea idóneo para cazar votos.

Cuarto, soy histriónico. En mi opinión, la política es el arte de cuidar la imagen. Por eso siempre escojo muy bien y ensayo los discursos (además de que me gusta escucharme), los gestos, las poses, las risas y sonrisas, las miradas... Soy un actor de primera línea. Por eso, mejor vote por alguien auténtico, de verdad; no vote por mí, no vote por Guevara.

Por todo eso, no voten por mí. Por Dios, ¡no voten por Guevara! Yo se los voy a agradecer; el país aún más.