Tipos sospechosos

Nada más sospechoso que el espectáculo de la virtud, el exhibicionismo puritano, un ángel que huele a azufre

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¿Qué ocultan, esconden, encubren, tapan los tipos sospechosos? ¿Qué es lo que no quieren que los demás veamos, sepamos, descubramos? ¿Qué intentan disimular, desaparecer, aparentar, camuflar?

Me lo pregunto porque esos personajes alardean de ser moralistas, se autoproclaman inmaculados, interpretan el papel de rectilíneos, se sienten infalibles, caminan con aire de intachables, se jactan de ser transparentes, presumen de ser diáfanos, sacan pecho con la ética.

¿Cuáles son los puntos débiles de los tipos sospechosos? ¿Cuáles sus flancos vulnerables? ¿Cuáles sus secretos más frágiles? ¿Cuáles son las áreas en las que se sienten más desprotegidos? ¿Cuáles temas los tornan endebles?

Me intriga saber por qué se vanaglorian de ser religiosos impolutos, dar por un hecho que merecen un monumento por su pureza política, ufanarse de ser los más justos en materia de estilo de vida, autonombrarse voceros oficiales de Dios en procura de imponer sus opiniones, asegurar que no tienen rabo que les majen en materia de privilegios, fanfarronear de ser ángeles empresariales, querubines sindicales, serafines bancarios, santos judiciales.

¿Por qué se refugian detrás de una máscara de integridad absoluta, se agazapan detrás de un antifaz de verdades a medias, se acurrucan detrás de una careta de falsa virtud, se protegen con un embozo de fingida e impostada honorabilidad? ¿Por qué usan tanto disfraz de recato y maquillaje de pudor los tipos sospechosos?

Se la pasan juzgando, condenando, acusando, señalando, atacando, rasgándose las vestiduras, reprobando, censurando, deplorando, enjuiciando, sentenciando, reprochando, satanizando, organizando marchas en contra de las "ovejas descarriadas" cualquiera sea el "rebaño"; en especial en tiempos de campaña electoral o si les ponen en frente un micrófono, una cámara o una grabadora.

¿De dónde esa actitud fanática, inquisidora y fundamentalista? ¿De dónde la ficción de que poseen una especie de detector de faltas, errores, perversiones, pecados, depravaciones, crímenes? ¿De dónde ese hábito de verse más albos que la nieve, la espuma del detergente, las nubes veraniegas?

Los tipos así SIEMPRE me han parecido sospechosos; me parece que algo ocultan, esconden, encubren, tapan, velan dentro de los caballos de Troya de sus conciencias.

La Historia humana está llena de este tipo de personajes que tarde o temprano caen o quedan al desnudo. La hipocresía es una máscara de parafina que termina derritiéndose. Joan Manuel Serrat los describe a la perfección en una de sus canciones: "Hombres de paja que usan la colonia y el honor para ocultar oscuras intenciones: tienen doble vida, son sicarios del mal. Entre esos tipos y yo hay algo personal".

Nada más sospechoso que el espectáculo de la virtud, el exhibicionismo puritano, un ángel que huele a azufre.