Yo hubiera votado por él...

Me refiero a un profesional con amplia experiencia en dos sectores que Costa Rica necesita sentar en serio a la mesa de negociaciones: el público y el privado

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Yo sé que este señor nunca ha tenido interés en precandidaturas ni candidaturas a la Presidencia del país, aunque sí se ha enrrollado las mangas en varias oportunidades para ejercer la función pública.

Respeto su decisión, pero es una lástima que los costarricenses no tengamos la oportunidad —en los próximos comicios— de al menos intentar llevar a la Casa Presidencial a un economista como don Francisco de Paula Gutiérrez, exministro de Hacienda, expresidente ejecutivo del Banco Central, exgobernador por Costa Rica para el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Centroamericano de Integración Económica.

Además, profesor pleno del Incae en economía y finanzas, director de programas de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa) y ha participado activamente en el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (Clads).

También ha sido miembro de las juntas directivas de distintas empresas; entre otras, Grupo Financiero Sama, Industria Nacional de Cemento S.A., Atlas Eléctrica, Ricalit, Productos de Concreto, el periódico El Financiero, Banco de Cofisa, Acorde y Fundes.

¿Hace falta decir que es un profesional con amplia experiencia en dos sectores que nuestro país necesita sentar en serio a la mesa de negociaciones de temas álgidos: el público y el privado? Bienvenidos los puentes de concreto y acero, pero los que más nos urgen y necesitamos son aquellos capaces de unir —o por lo menos acercar— a los distintos bandos de una nación que cada vez se polariza más.

Don Francisco no es un improvisado, un oportunista, sino alguien que conoce a fondo —porque los ha estudiado, analizado y enfrentado— los principales problemas, retos y oportunidades del país. Además es negociador, flexible, para nada arbitrario, no se cree el dueño de la verdad y tiene el ego en su lugar.

Lo digo abiertamente: yo hubiera votado por él porque lo que menos necesitamos en Zapote en el período 2018-2022 es un demagogo, un populista, alguien muy cuestionado o un payaso de retórica hueca. Requerimos, más bien, de una persona seria, responsable, con visión estratégica, claridad en el rumbo, credibilidad y que genere confianza para que no solo contribuya a devolverle el señorío y la elegancia —tan venidos a menos— al ejercicio de la política, sino, en especial, para empezar a retomar la ruta hacia el desarrollo que en algún momento trocamos por ocurrencias, el facilismo, las excusas y la eterna postergación de las soluciones difíciles.

Por supuesto que no lo veo como un mesías, y estoy seguro de que tampoco él se ve como tal, sino como una persona que cuenta con las cualidades y capacidades profesionales y políticas para gobernar Costa Rica.

Como si fuera poco, es un caballero, posee una elevada calidad humana, prudencia, discreción, sentido de la palabra, sentido común y un fino sentido del humor —nada más aburrido o sospechoso que un Mandatario amargado o que se toma demasiado en serio—.

Se puede estar de acuerdo o en contra de las ideas y posiciones de don Francisco de Paula Gutiérrez, pero habría que ser muy mezquino para no reconocer que a la Presidencia de Costa Rica le haría mucho bien un hombre como él.

Estoy seguro de que en este país hay otras personas capaces de no condenarnos a desperdiciar cuatro años. Yo también votaría por ellas.