¡Si las paredes hablaran!

Esta exposición evocó la concientización de velar por la seguridad de nuestro patrimonio, no solo a través del seguro sino también a través de la prevención de los riesgos.

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Tuve la oportunidad de visitar la durante el pasado setiembre la exposición que se realizó sobre los incendios ocurridos en los últimos años, denominada “Si las paredes hablaran”. La interesante combinación interactiva de las estructuras de los inmuebles rescatadas del feroz incendio, junto con el audio y el juego de luces, invocó una sensación de impotencia ante ese riesgo denominado : fuego hostil, ese que es capaz de propagarse de manera poderosa.

Si bien, apreciar la exposición artística (recuperación de piezas, restauración y la animación) evocó ese sentimiento de qué pasaría si es nuestra empresa o nuestra habitación, lo dramático fue analizar los datos estadísticos generados por el Benemérito Cuerpo de Bomberos, los cuales, a mi juicio, debieron ser más resaltados y combinarlos aún más con la misma exposición; estos datos estaban muy aislados y resultaban vitales para la conciencia de los visitantes:

ESTADÍSTICAS REVELADORAS

Estos datos estadísticos llevan indefectiblemente a la concientización que debe tener el empresario, el padre de familia o el joven profesional sobre su patrimonio, sea su actividad comercial, su casa de habitación; ese patrimonio que por alguna causa sea consumido por un incendio:

  • Casa de habitación.
  • Fábrica.
  • Mercadería, inventarios.
  • Interrupción del negocio.
  • Restaurante.
Es un deber, dentro de la educación financiera de una persona, hacer el ejercicio de concientizar que el seguro es capaz de ayudar en la cadena de valor, porque estabiliza el ingreso económico de la persona o de la empresa; de la noche a la mañana se puede perder todo, pero, con el seguro se paga una prima para cubrirse por si eso pasara y, de ocurrir la desgracia, las compañías de seguros se comprometen a restituir ese patrimonio que tanto había costado levantar.