Mariano Figueres y el creciente costo político del amiguismo presidencial

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El nombramiento de Mariano Figueres al frente de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) se hace insostenible conforme pasan los días. Se está convirtiendo en un creciente problema de imagen para la flamante administración Solís Rivera y está obligando al presidente a gastar capital político de manera completamente innecesaria. ¿Alcanza para tanto el amiguismo presidencial?

Las declaraciones antojadizas de Figueres sobre el papel que la DIS jugará en esta administración ya obligaron a don Luis Guillermo a salir a enmendarle la plana en público, aunando al efecto bola de nieve sobre la polémica designación. Dentro de las cosas que se ha dejado decir el nuevo director de la DIS es que quiere utilizar a esa agencia para "mejorar la gobernabilidad del país", perseguir a los que "anden en malos pasos", luchar contra la corrupción y el crimen organizado, batallar contra la pobreza y la desigualdad e incluso combatir el dengue. Parece que don Mariano cree más bien estar al frente de la Liga de la Justicia que de una dirección cuya misión exclusiva es informar al presidente sobre temas de seguridad nacional.

La cosa se pone más delicada ahora que don Mariano ya empezó a detallar exactamente a qué se refiere con eso de "acercar la DIS a las comunidades". En una entrevista hoy en La República, explica el alcance de las labores de escucha de la agencia a su mando: "lo que sale en la prensa, en las redes sociales, lo que se habla en la calle o lo que se comenta alrededor de un chifrijo o en el estadio". Quedamos advertidos, la próxima vez que nos comamos un chifrijo o le gritemos algo al árbitro, don Mariano podría estar escuchándonos.

¿Por qué tanta majadería con la DIS? Porque tenemos ahora un gobierno de un partido que siempre abogó por disolverla. Tan solo el 7 de octubre pasado, la entonces diputada del PAC y ahora viceministra de Gobernación, Carmen Muñoz, declaró lo siguiente lamentando que un proyecto de ley tendiente a cerrar la DIS fuera archivado en comisión legislativa : ".. ojalá que se cambien los tiempos y que un nuevo gobierno, un gobierno de otra naturaleza , más democrático también, se elimine de una vez por todas esta nefasta policía". Dicho gobierno, del cual doña Carmen es ahora parte, quiere dejar a la DIS intacta.

Don Luis Guillermo contribuyó a la desazón que generó en muchos el anuncio de que mantendría a la DIS adscrita a la Presidencia (contradiciendo su propio Plan de Gobierno), con la designación controversial de alguien que en el pasado ha catalogado de "traidores de la patria" y "chanchos a los que les llegará su hora" a gente que piensa distinto a él. Peor aún, esa persona al frente del servicio de inteligencia del Estado es un declarado admirador del régimen de los Castro en Cuba, país donde el espionaje a la población alcanza matices orwellianos. ¿Cómo no inquietarse un poco?

Dentro de las reacciones de la semana también llama mucho la atención la feroz defensa al nombramiento de Figueres que ha hecho el Diario ElPais.cr, con ataques directos contra aquellos que hemos ventilado críticas contra este. Según una nota publicada en dicho medio, esto se debe a que estamos al servicio "de las más conspicuas y aterradoras acciones neoliberales en Costa Rica" y que tememos que la DIS "se encuentre en manos de don Mariano Figueres Olsen, el hijo menor del Caudillo y tres veces Presidente de Costa Rica, José Figueres Ferrer". Curiosamente, cuando uno ve en el Registro Nacional quiénes son los miembros constitutivos de la Sociedad Anónima dueña de ElPais.cr, notará que todos son dirigentes de Alianza Patriótica (AP), el partido fundado nada menos que por Mariano Figueres. El único gran dirigente de AP ausente en dicha sociedad es el "hijo menor del Caudillo". De tal forma, tenemos a un medio de comunicación con un fuerte ligamen a Mariano Figueres cuestionando la honradez y patriotismo de quienes nos oponemos a su nombramiento en la DIS. ¿Conveniente?

Si el presidente Solís sigue aferrado por lealtad personal al nombramiento de "su hermano" Mariano, arriesga continuar perdiendo puntos en su imagen. A todas luces la designación de Figueres se debe a amiguismo y no a idoneidad para el cargo. Más bien, don Luis Guillermo debería aprovechar el puente de plata que le han tendido diputados de diversas fracciones y trabajar en un proyecto de ley que desmantele la DIS, haga públicos sus expedientes y transfiera las responsabilidades de seguridad nacional a una dependencia del Ministerio de Seguridad que cuente con controles parlamentarios apropiados. Sería una magnífica señal de cambio, mucho más que recortar arbustos frente a Casa Presidencial.