La “SELE” de Costa Rica, una GRAN pyme

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En este momento podría parecer un lugar común elogiar el trabajo de la “sele” (selección de Costa Rica) en Brasil. Sin embargo, es posible comparar su trabajo en el mundial con el de una pyme con buenas prácticas. ¿Las razones? Viene de un país pequeño, y no cuenta con los recursos de un país más grande para invertir en entrenadores famosos, partidos de fogueo, etc., además que compite en una región que no destaca particularmente en el fútbol. Es decir, una pyme que como la mayoría, se encuentra limitada en recursos, y se desenvuelve en un entorno que muchas veces lejos de ser favorable, es hostil a su desarrollo. En un escenario de ese tipo, ¿Cómo hace una pyme para salir adelante?

En un entorno de ese tipo no se dan milagros. La empresa debe trabajar muy duro en su fuero interno, ya que las condiciones externas están dadas (y no son favorables). Las buenas prácticas asociadas a las pymes exitosas tienen que ver con liderazgo, identificar debilidades, trabajo en equipo, asumir riesgos.

El liderazgo en este caso es la capacidad de transmitir una visión de hacia dónde se quiere llegar y convencer al equipo de trabajo que ello (no será fácil), es posible, y por tanto, requiere del concurso de todos. Y cada uno debe tener claro cuál será su aporte y lo que se espera de ellos. El saber llegar, convencer de que algo es posible es un talento (competencia) difícil de lograr.

La identificación de las debilidades tiene mucho que ver con el trabajo de equipo. Uno de los aspectos clave en el desarrollo empresarial no supone contar con un líder que además es experto en todo, sino mas bien con alguien que –como todo ser humano- tiene debilidades pero también la honestidad de reconocerlas y rodearse de un equipo que sabe complementarlas. Es decir, en el que las debilidades del líder son las fortalezas del equipo. Un presidente dijo alguna vez; “en mi equipo de trabajo, el más tonto soy yo”.

Uno de los aspectos centrales en el desarrollo empresarial es el trabajo en equipo; como señaló Thierry Henry (el jugador francés campeón del mundo en 1998), no se necesitan nombres sino equipo. Cuando no hay nombres se debe trabajar conjuntamente, convirtiendo la debilidad de un integrante en la fortaleza de otro. De ahí que cuando no hay grandes individualidades en un equipo, lo importante es el trabajo colectivo.

Asumir riesgos es quizás lo más difícil para una persona, acostumbrada a vivir en una zona de confort. Probablemente muchos pensamos (me incluyo) que a Costa Rica le tocó el grupo más difícil, que será casi una hazaña sacar un buen resultado, pero que finalmente es una buena experiencia ir al mundial. Esa misma pudo haber sido la mentalidad de los jugadores; pero el asumir riesgos y buscar metas más altas, el pensar que es posible supone es una cualidad de las empresas que van siempre por mas.

Esto es lo que ha mostrado la selección y es un buen ejemplo para las pequeñas empresas que debe buscar nuevos horizontes, que no deben conformarse ni vivir en una zona de confort, que deben convencer a su propio equipo de que es posible hacer más y trabajar mejor, la excelencia es algo factible, y para ello debemos ser conscientes de nuestras debilidades buscando un equipo que lo complemente.