Y usted señor(a) empresario(a), ¿cómo terminó el año?

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Luego de revisar mucha información sobre el desempeño empresarial en diferentes países de América Latina, encontramos resultados variados en la región: desde la incertidumbre asociada a vaivenes políticos hasta la incertidumbre asociada a vaivenes políticos. ¿Me equivoque? Lamentablemente no. En nuestra región todo pasa por los vaivenes políticos. Si las cosas políticamente van bien, nadie se preocupa por el futuro. Si las cosas van mal, nadie invierte por la incertidumbre. Lamentablemente hemos construido una cultura donde las cosas no dependen de nosotros, sino de “los otros” (llamemos a estos el Gobierno, la inversión extranjera, los precios internacionales, las coyunturas mundiales, etc.).

Ahora, detengámonos en Centroamérica para analizar el año desde la perspectiva empresarial PYME. En muchos países se hacen análisis de los resultados a nivel macro. El Financiero en su encuesta de cierre de año, dice que las causas señaladas por los economistas para explicar la mediocridad del desempeño económico son: (i) ingobernabilidad sistémica, (ii) falta de capacidad del Poder Ejecutivo, y (iii) una situación internacional difícil.

Señor empresario, ¿Qué opina de estas causas? Probablemente coincida con alguna o todas ellas. Entonces, ¿Qué hizo usted sobre el particular? Seguramente tuvo que obviar estas consideraciones y ponerse a trabajar más y con mayor empeño dado que lo anterior implicaba que no iba a llegar nadie con un salvavidas a ayudarnos a llegar a la orilla. Entonces, ¿Cómo terminó el año?

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de conversar con algunos empresarios propietarios de medianas empresas, y me señalaban la importancia de las “señales del gobierno”. Sobre ello, las causas señaladas por los economistas entrevistados por El Financiero muestran que las señales no serían muy halagüeñas. Ante ese escenario, ¿Qué hacemos? O más bien, ¿que hicimos durante este año?

Siempre la solución fácil está en echarle la culpa al resto y no hacer nada hasta que la situación mejore. Ello quizás funcionó en algún momento, pero no es sostenible. Cada pequeño espacio donde nosotros competimos es el potencial nicho de alguien mas. Si no hacemos nada, ahora es seguro que alguien llegue a tomar nuestro lugar. Así, la nueva economía nos "obliga" a innovar. Pero también a no esperar la ayuda de nadie, si nosotros no nos ayudamos, nadie vendrá a hacerlo. Esta es probablemente una de las mayores lecciones en la empresa.

Me gustaría conocer sus opiniones al respecto. ¿Cómo terminó el año señor(a) empresrio(a)?