¿Cómo prevenir y manejar el sobrepeso en sus hijos?

Estas prácticas comunes, lejos de ser útiles, pueden dar malos resultados

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Muchos estudios muestran que cuando se tiene sobrepeso desde la infancia, hay mayor probabilidad de también padecerlo en etapas futuras y por consiguiente puede haber más riesgo de algunos padecimientos.

En la Encuesta Colegial de Vigilancia Nutricional y Actividad Física realizado en el 2018 por el Ministerio de Salud, mostró que el 21.1% de los adolescentes de nuestro país tienen sobrepeso y el 9,8% obesidad, evidenciando que más de un 30% están sobre el índice de masa corporal adecuado (Ministerio de Salud, 2020). Los escolares no se escapan de esto llegando a un 34% de prevalencia de sobrepeso y obesidad según la Encuesta Nacional de Nutrición.

Constantemente aparecen en nuestra oficina padres llenos de preguntas que buscan recomendaciones para enseñarles a sus hijos a comer de forma adecuada y prevenir en ellos exceso de peso o mala alimentación. Es común escucharlos decirnos frases como estas: “yo le digo a mi hijo que de eso no puede comer porque engorda”, “si tiene hambre después de cenar le digo que tome un poco de agua, me asusta que coma tan tarde”, “me preocupa la panza que se le ve, le dije que ya la ropa no le va a quedar”.

¿Se identifican con algunas? ¿Será que este tipo de mensajes ayudan a los niños o adolescentes a tomar mejores decisiones alrededor de la comida? Vamos a revisar qué dice la evidencia.

Los padres tienen un rol realmente importante en la prevención de obesidad en sus hijos. Sin embargo, no es suficiente con recordarles una y otra vez que deben comer fruta en la merienda o evitar comer tanto dulce. La Asociación Americana de Pediatría emitió un reporte en el 2016 acerca de Prevención de Obesidad y Trastornos Alimenticios en Adolescentes, este reporte muestra que la forma en como los padres se relacionan con la comida, las dietas y la imagen corporal tanto de ellos como de sus pequeños, es de lo que más influirá en la composición corporal de sus hijos.

Veamos otros puntos que mencionan que influyen en el desarrollo de obesidad a edades tempranas:

Práctica de dietas: La búsqueda de una restricción calórica con el objetivo de una disminución del peso corporal, se ha visto como un riesgo para el desarrollo de obesidad. ¡Qué paradójico! ¿No debería de ser al revés? ¿Que aquellos niños o adolescentes que hacen dieta les vaya mejor con el peso? Pues la evidencia dice que no. La práctica de dietas desencadena una serie de alteraciones metabólicas y distorsiones en la relación con la comida de quienes las practican. Por esta razón se recomienda un abordaje nutricional que enseñe a los niños y adolescentes a alimentarse adecuadamente sin prohibiciones ni restricciones impuestas.

Comer en familia: Compartir al menos una comida al día, promueve un espacio para que los padres modelen a sus hijos lo que es una adecuada alimentación así como para que puedan observar señales de alarma para el desarrollo de un trastorno alimenticio.

Hablar del peso: Algunos estudios muestran que cuando padres tienen conversaciones promoviendo la pérdida de peso en sus hijos, los adolescentes terminan involucrándose en prácticas de dietas, métodos poco saludables de pérdida de peso y atracones. Cuando los padres hablan en términos de salud y no de peso, sus hijos mantienen un peso dentro del rango saludable y una mejor relación con la comida.

¿Qué otras cosas no ayudan? Tachar alimentos como buenos o malos, chatarra o engordantes, hablarles de calorías o motivarlos a hacer ejercicio “para que no engorden”. Así como escucharlo a usted hablando de que “se ha portado mal con la comida y que por eso se va a engordar”.

Si busca que sus hijos mantengan hábitos y un peso saludable, se debe empezar reflejando esto en casa. Por favor, no los ponga a dieta, llévelos donde profesionales en nutrición que los puedan guiar en tomar buenas decisiones alrededor de su alimentación. Sea usted ejemplo, modele lo que es una relación sana con la comida y buenos hábitos. Si los padres no poseen esto, será sumamente difícil que los hijos lo tengan.

Nuestro rol en el Centro de Nutrición es acompañarlo a usted como padre a desarrollar las herramientas necesarias para hablar con sus hijos de salud sin necesidad de meterlos en el mundo de las dietas. Mientras que a su hijo lo guiamos en que logre mantener la conexión con su cuerpo y disfrute de comer lo que necesita.

Para más información de este u otros temas puede visitar nuestra página web www.centrodenutricion.co.cr o nuestras redes sociales.

Referencias

Encuesta Colegial de Vigilancia Nutricional y Actividad Física (2018). Ministerio de Salud, Costa Rica. Tomado de https://www.ministeriodesalud.go.cr/

Preventing Obesity and Eating Disorders in Adolescents (2016). American Pediatric Association. Pediatrics. Vol 138. Num 3.