Desperdicie menos y dele más vida al planeta

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¿Había escuchado usted del impacto que el desperdicio de comida produce en el ambiente? “Cuando desperdiciamos comida, desperdiciamos todos los recursos que se utilizaron para traerla a nosotros, desde dinero, hasta tierra, agua y energía”. Esta es una línea mencionada en la revista Time del pasado mes de marzo.

En el artículo se habla de la política que se está desarrollando en Estados Unidos con respecto al tema la cual incluye prevención, recuperación y reciclaje. Calculan que en la etapa de prevención lograrían ahorrar $8 billones de dólares al lograr que se dejen de desperdiciar alrededor de 2.6 millones de toneladas de comida. No tenemos estas cifras para nuestro país, pero no dudo que también existe un desperdicio de comida significativo y que si cada uno de nosotros se dispone a estar consciente de la cantidad de alimento que compramos, nos servimos, desechamos, etc, no sólo ahorraríamos dinero, sino que le haríamos un gran favor al ambiente.

Según un reporte de la FAO, “cada año, los alimentos que producimos pero luego no comemos consumen un volumen de agua equivalente al caudal anual del Volga y son responsables de añadir 3 300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta” (FAO, 2013).

El 54 por ciento de desperdicio de alimentos en el mundo se produce en las etapas iniciales de la producción, manipulación y almacenamiento post-cosecha, según el estudio de la FAO. El 46 por ciento restante ocurre en las etapas de procesamiento, distribución y consumo de los alimentos. En esta última etapa es donde nosotros podemos hacer una diferencia con nuestras decisiones diarias.

Así que quisiera dedicar este blog para resaltar algunas formas prácticas para disminuir la cantidad de alimento que desperdiciamos. A continuación veamos algunos ejemplos:

-Planifique su lista de compras con respecto a los tiempos de comida aproximados que se realizarán en la semana y de acuerdo a lo que hace falta comprar. No compre lo que se le ocurra y sospeche que hace falta, revise lo que hay en casa antes de ir al supermercado para que adquiera solamente lo necesario.

-Utilice las sobras de comida haciendo otras preparaciones como sopas o sándwiches en el caso de carne o pollo. Si desde el principio sabe que no lo comerá más, regálelo a alguien que lo vaya a consumir.

-Almacene las frutas y vegetales que compra de manera adecuada para que duren más tiempo. Por ejemplo no lave las fresas hasta antes de consumirlas. O lave la lechuga al llegar a casa, séquela bien y almacénela nuevamente.

-Sírvase porciones moderadas. En restaurantes pregunte acerca del tamaño de los platos y si puede pida medias porciones. Si la porción es muy grande regale, reparta o pida empaque para llevar. Atención aquí: no me refiero a que por estar cuidando el ambiente debe comerse todo lo del plato aunque ya esté satisfecho. En nada beneficia al país la epidemia de sobrepeso y obesidad tampoco.

-Utilice el congelador. Incluya frutas o preparaciones, es un excelente medio para alargar la vida útil de los alimentos.

-En la alacena almacene lo más nuevo de último y lo viejo de primero para que esto sea lo primero que tome.

-Convierta los residuos en abono. Hay formas sencillas de utilizar los restos de alimentos para que se conviertan en abono para plantas haciendo un compost.

Si usted está en una empresa relacionada con alimentos o en un restaurante, lo invito a pensar en formas de minimizar el desperdicio y ponerlas en práctica también. Seamos todos parte de esto y colaboremos con el ambiente. El cambio empieza en usted!

Para más información sobre este y otros temas, lo invito a visitar nuestra página web www.centrodenutricion.co.cr.

Referencias

FAO. El desperdicio de alimentos daña al clima, el agua, la tierra y la biodiversidad. Tomado de http://www.fao.org/news/story/es/item/196368/icode/

Worland J. (2016) "When we waste food, we waste all of the resources it takes to bring it to our plates". Time Magazine. Tomado de http://time.com/4252941/united-states-food-waste-cuts/