Fortalezca sus defensas y manténgase saludable

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Una de las preguntas frecuentes que aparece en consulta es ¿cómo mejorar las defensas para así enfermarse menos? O ¿cómo lograr deshacerse de ese terrible resfrío que lleva semanas persiguiéndolo? ¿Influye la forma en cómo nos alimentamos en nuestro sistema inmune? La respuesta es sí. Es más, está tan relacionado que se le ha dado el término de “inmunonutrición”.

La inmunonutrición ha estudiado que una buena nutrición es sinónimo de un adecuado funcionamiento del sistema que nos defiende. Tanto una malnutrición como excesos en la alimentación se relacionan con un mayor desarrollo de desórdenes en el sistema inmune. Recordemos que el sistema inmune es el que nos defiende de agentes extraños (bacterias, virus, parásitos, hongos, células cancerosas, etc) que puedan causarnos enfermedad.

Nuestro estilo de vida se relaciona directamente con el funcionamiento de nuestro sistema inmune, un adecuado nivel de actividad física, el consumo de nutrientes claves, el manejo del estrés y el fortalecimiento de la microbiota intestinal son sólo algunas formas como podemos mejorar nuestras defensas. Veamos cada uno de estos factores un poco más en detalle.

Microbiota intestinal: Una clara relación entre la nutrición y la salud del sistema inmune la vemos en la microbiota intestinal. Con este término nos referimos a las bacterias que han colonizado nuestro intestino desde nuestro nacimiento y que se encargan de sintetizar vitaminas, contribuir con la absorción de nutrientes, metabolismo de la fibra y neutralizan microorganismos que puedan hacernos daño. El crecimiento de estas bacterias protectoras depende en cierta cantidad de nuestros hábitos alimenticios, por ejemplo el consumo de fibra o de alimentos fermentados. En blogs anteriores me he dedicado a ampliar más de este tema, los invito a leerlos para obtener los mejores consejos de cómo fortalecer su microbiota intestinal y así su sistema de defensa.

Manejo del estrés: ¿Ha identificado dolores, alergias, infecciones, gripes que aparecen en períodos de estrés sostenidos? Bueno eso es gracias a que el estrés se ha relacionado con una retención incrementada de virus en los tejidos, con diminución de linfocitos (producen anticuerpos) y disminución de la actividad de las células NK (eliminan células tumorales y células infectadas). Además se ha visto que el estrés puede afectar la barrera intestinal mencionada anteriormente haciendo que nos enfermemos con más facilidad. Por lo tanto adopte prácticas de relajación, meditación, tiempos de recreación y un adecuado descanso durante altos momentos de tensión para lograr mantenerse saludable.

Actividad física: El ejercicio es un arma importante cuando queremos mantener arriba nuestras defensas ya que al ejercitarnos se produce una disminución de las hormonas del estrés y se ha relacionado con un retraso en la aparición de ciertas enfermedades. Eso sí, cuidado con sobrepasarse con las horas de ejercicio o la intensidad, esto más bien podría disminuir la función de nuestro sistema protector. Manténgase activo de manera balanceada y constante y observe sus beneficios en su cuerpo.

Alimentación: Nutrientes como la vitamina C, A y zinc son importantes para mantenernos protegidos de microorganismos. La mejor forma de obtenerlos es por medio de una dieta suficiente y variada. Por ejemplo el consumo de 5 porciones entre frutas y vegetales va a proveernos una adecuada cantidad de vitamina C. Alimentos como la proteína animal o las leguminosas (frijoles, garbanzos, lentejas) nos aportan zinc y la vitamina A se encuentra en lácteos, huevo así como en los vegetales y frutas de color naranja o amarillo.

En algunos casos se ha hablado del uso de suplementos como la equinácea, la glutamina, el ginseng, vitamina C, zinc, probióticos, orégano entre otros como reforzadores del sistema inmune. Sin embargo antes de incluirlos consulte con su médico o nutricionista para saber si aplican en su caso.

Ejercítese, maneje su estrés, coma balanceado y alimentos de calidad, de esta forma podrá reforzar las funciones del sistema inmune y evitar que esas molestas gripes estén tocando a su puerta a cada rato. No se olvide consultarnos si tiene alguna duda de este u otros temas. En nuestra página de www.centrodenutricion.co.cr puede encontrar más información.