¿Sodio? Poquito por favor…

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

¿Es usted una de esas personas que tiende a confundir la sal con el sodio?

Muchas personas por lo general utilizan los términos “sal” y “sodio” indistintamente, pero realidad es que el cloruro de sodio (NA) es un compuesto químico de la sal.

¡El sodio tiene un lado bueno! El cuerpo necesita una pequeña cantidad de sodio para mantener el equilibrio y buen funcionamiento de los fluidos del cuerpo, los músculos y los nervios. Incluso el sodio ayuda a algunos órganos a funcionar correctamente. Estudios han demostrado que actualmente la mayoría de personas consume el doble de la dosis de sodio recomendada.

Entonces… ¿Por qué debería preocuparse por los excesos de sodio? El sodio atrae el agua y una dieta alta en sodio dirige el agua hacia el torrente sanguíneo, aumentando el volumen de la sangre y por ende la presión arterial.

La presión arterial alta también conocida como hipertensión; obliga al corazón a trabajar mucho más, por lo que puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos. Además, aumenta el riesgo de padecer enfermedades del corazón, enfermedades renales y derrames cerebrales.

Esto NO significa que todas las personas que se excedan en el consumo de sodio vayan a tener problemas de presión alta, pero las probabilidad de padecerlo son mayores, por eso igual debe cuidarse. Además, tenga en cuenta que la presión arterial normalmente aumenta con la edad y limitar el consumo de sodio es más importante cada año.

Sin embargo esta no es la única preocupación respecto a un consumo excesivo de sodio.

También hay que preocuparse por los huesos porque se pierde más calcio mediante la orina, entonces el cuerpo extrae el calcio que le hace falta de los huesos y es ahí en donde se puede desarrollar una osteoporosis.

¡No le eche la culpa al salero! El 75% del sodio en la dieta proviene de comer alimentos envasados como sopas deshidratadas, salsas, vegetales enlatados, embutidos, papas tostadas snacks salados y sin dejar de lado la comida de restaurante. Además sorprendentemente, algunos alimentos que no saben salados pueden ser altos en sodio como los cereales y las galletas, por lo que no debe usarse el sabor como una guía.

Recomendaciones.

  • La dosis de sodio que le recomiendo es de 2400 mg al día lo que equivale a una cucharadita de sal de mesa al día.
  • Elabore estos alimentos en casa y evite los productos previamente empacados. Puede sustituir el uso de condimentos, cubitos y salsas por especies naturales como apio, culantro, cebolla y ajo.
  • Remueva el salero de la mesa.
  • Revise la etiqueta nutricional para determinar la cantidad de sodio, e incluso pueden ayudar a llevar un conteo de la cantidad consumida al día.
  • Busque el enunciado “bajo en sodio” y compare con otros productos. Considere que para que un alimento sea bajo en sodio debe contener menos de 140 miligramos de sodio por porción.
  • Eleve el consumo de alimentos fuente de calcio y potasio presentes en lácteos y fruta fresca, para compensar el efecto negativo de un excesivo consumo de sodio en su dieta.
Como ven el sodio está presente en más alimentos de los que usted se imagina ¿En galletas y en cereales?, no lo sabía verdad. Vaya moderando su consumo progresivamente, no acostumbre a su paladar a ese sabor salado y recuerde que todo en exceso es malo.