Esta es una pregunta frecuente que me hacen algunos clientes en procesos de coaching ejecutivo para la que no tengo una única respuesta simple.
Sin embargo, voy aprendiendo conforme observo más historias de líderes que viven esta situación, que quien no se la responde o no la revisa periódicamente pone en peligro su liderazgo, la gestión de su equipo e incluso la sostenibilidad de sí mismo y su carrera en el tiempo.
Me he encontrado con un sentimiento de culpa frecuente en los líderes que se convierten en jefes de sus pares y de sus amigos. Algo así como si no se lo merecieran.
“Es difícil para mí ajustarme a ser gerente de quienes solían ser mis pares. Algunas veces, ellos no toman las tareas o proyectos con la seriedad que deberían, o utilizan nuestra relación de amistad para su propio beneficio. Sé que tengo un problema poniendo límites porque trabajábamos al mismo nivel”.
Alguna versión de ese testimonio, es común en estas situaciones.
¿Qué es recomendable de acuerdo a mi experiencia?
a. No se engañe. La situación no será fácil ni para usted ni para sus ex compañeros. E incluso acepte que puede enfrentar cierta resistencia explícita o pasiva.
b. Acepte que tendrá que enfrentar compromisos que compiten y trate de identificar la forma más honesta de resolverlos.
c. No ignore que usted es humano y tendrá sesgos a favor de sus amigos así que sea claro en cuales son las reglas del juego, las expectativas y pida ayuda a gente de confianza (pares) que pueden ser más objetivos con su gestión.
d. Finalmente, le recomiendo que establezca medidas objetivas del desempeño de su equipo.
e. Hágase acompañar por recursos humanos para abordar situaciones donde sienta que no tiene claridad u objetividad.
f. Finalmente, establezca procesos y rutinas para que su equipo vaya sintiéndose más confiado, más seguro y más cómodo con las nuevas reglas del juego.
g. Pida retroalimentación.
Convertirse en líder nombrado de forma oficial en una organización, es de esas transiciones de vida que se idealizan hasta que se viven, porque con frecuencia la gente habla de los aspectos positivos (poder, dinero, etc.) y no de los costos inherentes a esa transición.
Ser líder, puede ser un rol solitario y difícil, sobre todo el primer año. Nadie lo dice, nadie lo acepta, pero así es.
Por otro lado, ser líder implica una responsabilidad y a la vez la potestad de lograr mucho a través de la gente…