Anualmente el Instituto FRASER publica el Índice Mundial de Libertad Económica, publicación que para los que la seguimos de cerca representa una desilusión recurrente, ya que nos recuerda que estamos tan cerca de dar el paso hacia una mejor sociedad y que a pesar de ello no estamos haciendo lo suficiente para hacer realidad esa mejor sociedad para la mayoría de los costarricenses.
En ocasiones como estas, donde soluciones tan claras y evidentes no son ejecutadas, no queda más que preguntarse si se está equivocado, si esas soluciones no son las adecuadas, en ese momento de duda, no queda más que ser cuidadoso entre lo que se afirma y la evidencia que se tiene para afirmarlo.
De ahí la necesidad de hacer un repaso de las principales asociaciones entre la libertad económica e indicadores clave del bienestar de una sociedad.
Bienestar Económico
El Instituto FRASER nos recuerda que los países con mayor libertad económica tienden a tener ingresos per cápita sustancialmente mayores que los menos libres, tal como se muestra en el gráfico Libertad Económica y Bienestar Económico.
Este gráfico divide a los 160 países clasificados por el Instituto FRASER en 4 grupos, el 25% o primer cuartil más libre, el segundo cuartil (un poco menos libre que el primero), el tercer cuartil (poco libre) y el cuarto cuartil, el menos libre de todos.
Como se observa, el ingreso de las personas tiende a aumentar conforme estas viven en países más libres. En términos generales el ingreso de una persona sería 5.5 veces mayor si pasa de un país del grupo de los menos libres a uno del grupo de los más libres, eso explica en una muy buena medida los flujos migratorios, un tema de moda recientemente en nuestro país. Esta es una realidad innegable, las decisiones de millones de personas de migrar de países poco libres a otros con mayor libertad económica, lo constatan.
Este gráfico también nos dice algo muy interesante, una situación que no podemos cambiar y que tenemos que afrontar, algo que debería poner a pensar a nuestros políticos socialistas y a nuestros empresarios y gerentes corporativistas, o capitalistas de amigotes como llaman algunos a estos dos grupos antagónicos: el porcentaje de ingresos ganados por el 10% más pobre de la población no varía mayormente, o no tiene mayor relación, con la libertad económica que exhiben los países.
Esto encuentra explicación en las sabias palabras de Zeus: "a los pobres y menesterosos siempre los tendrás", independientemente de si están en un país libre o en uno opresor, agrego yo. Habilidades poco desarrolladas y capacidades especiales, constituyen barreras hacia una parte de la población que los coloca en esta situación de desventaja en ingresos.
Sin embargo, este mismo gráfico nos indica qué se puede hacer para ayudar a estas personas: los ingresos ganados por el 10% más pobre de la población son mucho mayores en los países con mayor libertad económica, por ejemplo, si una persona pasa de los países menos libres a uno de los más libres, es de esperar que su ingreso aumente 6.1 veces, pasaría de ganar poco más US$1.600 al año a prácticamente US$10.000.
Enseñanza para nuestros políticos socialistas y empresarios corporativistas
En las economías más libres los pobres son más ricos y los ricos son más ricos también, las destrezas empresariales recogen migajas en un país menos libre respecto a uno más libre, y al mismo tiempo, esa condición hace que la población más vulnerable pase mucho mayores penurias.
La miopía intertemporal, esa incapacidad de considerar los resultados a largo plazo al elegir una acción, hace que socialistas y corporativistas se enfoquen únicamente en las próximas elecciones y el estado de resultados anual, respectivamente, desperdiciando muchísimo valor tanto para la sociedad como para las empresas de esa sociedad.
Ahora que ya nos metimos contra los socialistas, no queda de otra que hablar de otros indicadores que no estén relacionados al vil dinero, ya los signos de dólar en los ojos de los corporativistas nos hacen pensar que la historia con ellos bien puede quedar ahí.
Bienestar Social
En cuanto a percepción de la corrupción, según Transparencia Internacional, el primer cuartil de países más libres tiene una calificación media de 66.85, donde 100 es ausencia de corrupción y 0 es percepción de ser un país muy corrupto. Esto quiere decir que los países más libres más que duplican la percepción de ausencia de corrupción de los países menos libres.
Como decía en algún momento el otrora político liberal, "donde hay permiso hay chorizo". Una sociedad que ahogue en trámites y regulaciones a sus micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, contará con enormes incentivos para que la gente busque atajos o permanezca en la informalidad.
Si usted quiere vivir más y nace en un país de los menos libres, podrá aumentar su esperanza de vida en 17 años si sus papás migran, y lo llevan con ellos, a un país de los más libres. Esto competiría incluso con los resultados esperados en los humanos del consumo de la metformina.
Ahora toca el turno de las feministas: sí, la libertad económica también está asociada a mejoras en los problemas de género, la brecha entre la alfabetización masculina y femenina disminuye conforme los países son más libres. Nada mejor que mujeres con más educación y por ende un esperanza de mayor independencia económica, ganando más recordemos del primer gráfico, como política pública de igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Libertad: una sola e indivisible
En este punto, donde nos hemos metido contra los socialistas, los empresarios corporativistas, los médicos antienvejecimiento y las feministas, no queda más que darle con todo contra los conservadores, sí, ¡esto alcanza para todo el mundo!
Se puede decir que la libertad económica es una aproximación o representación de la libertad, sí ese concepto por el que muchísimos pueblos se han sublevado a través de la historia de la humanidad. Pregunta no tan random: ¿alguien ha leído de un pueblo que se haya ido a las armas para que lo opriman?
Bueno, volvamos a los aspectos filosóficos contra los conservadores, la libertad, conformada por la libertad económica, la libertad civil y la libertad política, al ser una sola e indivisible, presenta que cuando una sociedad avanza en alguno de sus aspectos, termina entendiendo que debe hacerlo en los otros dos, esto mismo nos lo indica la relación entre el índice de libertad económica y los índices de libertades civiles y de derechos políticos calculados por la Casa de la Libertad.
La integralidad del ser humano prácticamente garantiza que aquellas sociedades con mayor libertad, entendida esta como la suma de la libertad económica, civil y política, conlleva a sociedades más satisfechas, donde las personas son más felices. Esto se muestra en el gráfico anterior, donde la combinación de mayor libertad económica, mayores derechos políticos y mayores libertades civiles están asociados a sociedades más satisfechas con la vida, según el Índice del Planeta Feliz.
¿Dónde está Costa Rica?
Costa Rica se ubica dentro de los 28 países más libres del mundo, sin embargo, el ingreso promedio del país es un tercio del promedio del de esos países, el 10% de la población con menores ingresos registra un ingreso promedio que es menos de la mitad del que registran los países más libres del mundo, además, en percepción de la corrupción nuestra nota se ubica alrededor de 40, cuando los países más libres están en 67.
¿Qué podemos hacer para mejorar estos resultados?
Unos de los primeros aspectos a mejorar es la maraña de regulaciones que asfixian a nuestras empresas, nuestra posición en regulación es 124 entre 160 países, aspectos como el acceso al crédito, la desactualización del código de trabajo, la dificultades para la creación de una empresa junto con sus costos y requisitos, dominan la pésima nota en este apartado.
Otro aspecto que constituye un lastre para alcanzar mejores niveles de bienestar es el relacionado al gasto público, en este nos ubicamos en la posición 94 de 160 países, dónde además la tasa de impuestos máxima nos ubica en la posición 81.
Según el Banco Mundial una empresa en Costa Rica paga alrededor del 58% de sus utilidades en impuestos, sin embargo, en nuestro país los ingresos tributarios (incluyendo la Seguridad Social) respecto al PIB se ubican alrededor del 20.2%, lo que contrasta con los ingresos tributarios del 30% del PIB en los países de alto ingreso de la OECD, países donde las empresas pagan cerca del 41% de sus utilidades en impuestos.
Esto parece indicar que el 58% de las utilidades que pagan en impuestos nuestras empresas representa un enorme incentivo para estar en la informalidad, eludir o evadir impuestos, y que podrían alcanzarse mayores ingresos tributarios aplicando tasas de impuestos menores.
Otros aspectos en los que debemos mejorar es la variación o inestabilidad de las tasas arancelarias (posición 96 de 160), barreras comerciales no arancelarias (98 de 160, recuerden el aguacate) y el costo de la seguridad para la empresas (90 de 160), principalmente.
Dando pasos seguros hacia la mejora de estos aspecto, podríamos dejar el desgastante nadadito de perro que nos caracteriza y empezar a nadar como un tiburón centroamericano.