"A Costa Rica le conviene organizarse en bloques para negociar con China"

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Desde su despacho en la Ciudad de México, Hugo Beteta analiza la relación entre China y los países de Latinoamérica, a propósito de la visita que realiza el presidente de esa nación, Xi Jinping, a Latinoamérica y desde anoche a Costa Rica.

El director de la Sede Subregional de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) recomienda a Costa Rica una receta para que aumente su oferta de servicios, vigile de cerca la revalorización de su moneda y se mantenga en organismos comerciales multilaterales, para que tenga más músculo para revertir la balanza comercial negativa que mantiene con China.

¿Cómo definiría la relación que existe entre China y Latinoamérica?

-Es muy dinámica y compleja. China ya desplazó a la Unión Europea como origen de las importaciones y pronto América Latina exportará más a China que a Europa. También, la velocidad de las exportaciones de China a la región es el doble de la velocidad de sus exportaciones al resto del mundo. Esta relación permitió a América Latina mantener dinamismo económico en medio de la crisis; los términos de intercambio de América Latina se beneficiaron mucho de esta relación.

¿Ha sido un "ganar ganar" para Latinoamérica esta relación comercial con China?

-Ha implicado un riesgo porque esta diversificación de destino de las exportaciones ha venido acompañada de concentración en pocos productos.

"Esto mete a la región en un riesgo que hemos llamado la reprimarización o desindustrialización. Vemos con preocupación que las rentabilidades relativas con ese superciclo de precios altos los productos naturales y minerales que, mayoritariamente, le compra China a Latinoamérica, ha llevado a los países a orientar los recursos de inversión nacional y la Inversión Extranjera Directa (IED) hacia esos sectores, lo cual hace que la estructura económica latinoamericana se oriente hacia bienes primarios con poco valor agregado y poco contenido tecnológico".

"Entonces nuestra recomendación estratégica es que los países de la región que experimentan este boom en commodities aprovechen su relación con China para crear fondos de transformación estructural para incorporación tecnológica de las pymes, por ejemplo. Pero no hemos visto un esfuerzo serio de política industrial para retransformar la estructura económica y salir de la tentación de los recursos naturales".

¿Esa reprimarización de la economía también amenaza a Costa Rica en su relación con China?

-El patrón de Costa Rica es muy diferente. La buena noticia es que un 89% de las exportaciones de Costa Rica a China en el 2008 fueron bienes con alto contenido tecnológico y las importaciones de Costa Rica desde China también tuvieron un alto contenido tecnológico.

¿Y esa es una virtud costarricense o solo una circunstancia dada la moratoria petrolera que decretó el actual gobierno?

-Es ambas cosas. La moratoria es una barrera clave inédita en la región, que, sin embargo, en mi opinión, ha sido en parte causante de que las exportaciones costarricenses a China vengan a la baja desde el 2007.

¿Entonces el riesgo costarricense frente a China es el desbalance comercial?

-Sí, así es. Según nuestros datos en el 2011 el déficit comercial de Costa Rica con China era de $1.313 millones. Los volúmenes de exportaciones costarricenses a China han venido cayendo dramáticamente. Esa tendencia es pavorosa, y la concentración en exportaciones de Intel también es riesgosa.

¿Cuáles elementos influyen en ese déficit comercial con China, conociendo que su economía se complementa con la costarricense?

-La apreciación de nuestras monedas le resta competitividad a nuestras exportaciones. En el caso costarricense, también tiene que ver con los cambiantes patrones hacia la tecnología, como la exportación de circuitos electrónicos y microprocesadores, que es un mercado que tiene mucha competencia en Asia. Hay riesgos en política comercial y en política macroeconómica. Pareciera como de mal gusto mencionar que los chinos deben comprarles más a sus socios, como Costa Rica.

¿Cuál puede ser la estrategia para revertir esa balanza comercial negativa con China?

-A China no le conviene que sus proveedores se organicen en bloques y el hecho de que Costa Rica haya sido aceptado en la Alianza del Pacífico y tenga un papel preponderante en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde asumirá la presidencia, es parte de la receta para crecer frente a China. Las economías globales de bloques son especialmente útiles para que Latinoamérica, Costa Rica incluida, puedan negociar mejor con las economías gigantes.

¿Está la clave en exportar más bienes o más servicios a China?

-Costa Rica tiene a su haber un arma importante como lo es el desarrollo de su infraestructura turística. China tiene en ciernes su desarrollo turístico y, aún así, ya manda 83 millones de turistas al mundo. Si hubiera posibilidad de establecer vuelos directos Beijing-San José, la venta de servicios a los chinos se dinamizaría mucho. Al tener una población altamente educada, Costa Rica también la posibilidad de brindar otros servicios gerenciales a distancia, entre otros.

"En el sector de alimentos con cierto valor agregado, como la piña, también podría haber espacios para rebalancear la relación comercial, lo más importante de todo es que se cree un diálogo interno entre el sector público y el privado para establecer una política industrial fuerte, que impida al país caer en exportaciones de escaso valor agregado".