La actual fracción legislativa del Partido Liberación Nacional (PLN) fue hecha a la medida por el excandidato Johnny Araya Monge y diseñada para funcionar en un contexto oficialista, en el que el PLN gobernara por tercera vez consecutiva los destinos del país.
Pero, el panorama político dio una voltereta y fue Luis Guillermo Solís el que se hizo con la silla presidencial que Johnny Araya tenía tan segura a inicios de la campaña política pasada.
No obstante la pérdida, la bancada mantuvo siempre su respaldo a Araya, quien participa usualmente de las reuniones semanales de la fracción.
Y es en las últimas semanas que sale a la luz con más fuerza que la mayoría de los 18 diputados del PLN responden aún a la línea que les dicte Johnny Araya.
Con el exalcalde
La mayoría de la fracción decidió respaldar una moción que se discutirá este sábado durante la Asamblea Nacional del PLN y que pretende eximir a Araya de la suspensión de toda participación partidista de cuatro años con la que el Tribunal de Ética castigó su decisión de abandonar la lucha por la presidencia de la República durante la segunda ronda del proceso electoral pasado.
Incluso, el exmagistrado y diputado del PLN, Carlos Arguedas, fue el principal asesor de Araya en la redacción de la acción de inconstitucionalidad con la que Araya impugnó los artículos del estatuto del PLN en que el Tribunal de Ética se basó para imponer el castigo por el abandono de la candidatura.
¿Y la línea de Figueres?
Ese apoyo pone de nuevo a los legisladores en ruta de choque con el presidente del PLN, José María Figueres, por segunda vez desde que este asumió el cargo en marzo.
La primera diferencia entre los congresistas y Figueres ocurrió días antes de la elección del Directorio Legislativo.
Figueres condenó el impulso que la fracción verdiblanca dio a la alianza opositora que arrebató el control del Directorio al oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), el 1.° de mayo.
Ahora el presidente del comité ejecutivo verdiblanco se opone a las intenciones de la bancada de liberar a Araya, quien ha dicho que está interesado en volver a postularse como candidato a alcalde de San José en las elecciones municipales de febrero del 2016.
De prosperar la moción este sábado, Araya podría recuperar el tiempo perdido para impulsar su nueva candidatura.
Temprana lucha de tendencias
Aunque la nueva escaramuza tiene todos los matices de una lucha de tendencias entre el figuerismo, sin representación legislativa, y el arayismo, que impera en la bancada, José María Figueres rechazó este viernes esa tesis y ligó su posición con la defensa de la institucionalidad del partido y del respeto al pronunciamiento del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) que no encontró irregularidades en la suspensión política de Araya.
Su intención, agregó el expresidente de la República (1994-1998), es apegarse a su visión de la nueva forma de hacer las cosas en el PLN, al que pretende convertir en una potencia ética y una fuerza cohesionada.
Este último punto, empero, quedó en suspenso desde el propio primero de marzo, cuando el expresidente Arias alertó de los perjuicios que causaría al partido la llegada de Figueres a la presidencia del Comité Ejecutivo.
El arismo, metido también en la lucha de tendencias, para recuperar espacios perdidos dentro del partido, sostiene que Figueres utilizará la presidencia de la agrupación como trampolín para apuntalar sus aspiraciones de reelección presidencial en el 2018.
La desunión agrava la enfermedad que padece el PLN, en palabras del diputado Rolando González, exgerente de campaña de Araya, quien se abstrae de la bronca política y llama a la cordura.
Pero la mayoría de la bancada no comparte su tesis, en claro apoyo al exalcalde.
Es así como el PLN llega a una Asamblea Nacional crucial en el peor de los escenarios, al borde de una guerra civil interna y con su brazo político visible en contra del liderazgo que pretende imponer Figueres.