Abstencionismo: el obstinado ganador de las elecciones en Costa Rica

872.932 empadronados no ejercieron su derecho al voto según cifras del TSE, con el 90% de mesas escrutadas

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El abstencionismo va ganando las elecciones presidenciales en primera ronda, situación relacionada, según los expertos, con la decepción por parte de la población más marginada del país.

Datos del Tribunal Supremo de Elecciones de este 3 de febrero, con el 90% de las mesas escrutadas, muestran que el abstencionismo tuvo la mayor cantidad de adeptos, ya que 872.932 personas con oportunidad de ir a las urnas no lo hicieron.

Lo anterior representa un 31,73 % del padrón, es decir, sobrepasa la cantidad de votos obtenidos por el candidato que va a la cabeza en el conteo, Luis Guillermo Solís con un 30,95 % y su contrincante en la segunda ronda, Johnny Araya, quien alcanza el 29,59 % de los votos hasta el corte #20 del TSE.

"Es creciente y permanente, lo que demuestra que no hay una fuerza política que responda al abstencionismo. Considero que no es una sola protesta, sino diversos grupos que optan por no votar como una manera de protestar por su situación específica", comentó el politólogo Carlos Carranza.

En tres elecciones seguidas (2006, 2010 y 2014) no ha bajado del 30% el nivel de abstencionismo, y este alejamiento paulatino de las urnas se vuelve cada vez más preocupante si se toma en cuenta que para este 2014 había 13 opciones distintas para elegir el presidente, y cinco de estas se perfilaron como fuertes en la contienda.

"Sigue vigente un descontento con la democracia que no se puede ocultar y que no se ha logrado resolver o disminuir, lo que significa que todavía no hay razones que satisfagan las necesidades o problemas inmediatos de esa población", manifestó el analista político Ricardo Lizano.

Zonas alejadas sin impulso

Puntarenas, Limón y Guanacaste son las provincias con mayor abstencionismo, con un 41,74%, 40,98% y 37,02%, respectivamente.

Para los expertos esta situación respalda que una buena parte de la población con menor desarrollo humano es la que se siente más alejada del sistema político y por tanto muestran su indiferencia o decepción ante las ofertas políticas.

Carranza resaltó que se está volviendo más complicado que las personas con bajo perfil socioeconómico se identifiquen con algún partido o candidato porque lo que la realidad les muestra es otra.

"Se sienten que no están siendo tomados en cuenta, sin alternativas de empleo y no ven cambios significativos en sus vidas, lo que impacta directamente en su desánimo", explicó.

Lizano coincide en que es muy probable que las zonas con los índices más bajos de pobreza sienten que sus demandas no son escuchadas y continúan con las mismas necesidades sin resolver, lo que influye en su decisión.

A ello se suma el abstencionismo en el extranjero, dado que en estas elecciones se inauguró el voto en el exterior. En esta primer experiencia, el abtencionismo también ganó fuera de las fronteras, con un 78,1%.

¿Subirá o bajará el abstencionismo en segunda ronda?

Para el próximo 6 de abril, como solo estarán en la contienda el Partido Acción Ciudadana (PAC) y el Partido Liberación Nacional (PLN), el abstencionismo podría variar de manera interesante, si se toma en cuenta que simpatizantes de otras agrupaciones pueden o no dar el sufragio a los que disputarán segunda ronda.

Lizano resaltó que es muy probable que quien no votó en primera ronda, tampoco lo haga en la segunda. Sin embargo, no descartó que podría vivirse un comportamiento distinto.

Ahora la gran tarea, tanto para Luis Guillermo Solís del PAC, como para Johnny Araya del PLN, será tratar de conquistar y convencer en dos meses a quienes no votaron en primera ronda y como bien se demuestra, ocupan una estrategia significativa para penetrar en esas zonas que además de ser las más necesitadas, son también las que están marcando gran diferencia en la elección presidencial.