¿Adónde va el Brexit? Los principales escenarios

Un rechazo por la UE a reanudar las negociaciones o una nueva derrota de May por los diputados incrementarían el temor a que el 29 de marzo el país se vea abocado a un Brexit sin acuerdo

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Londres. La primera ministra británica, Theresa May, presentó el lunes un nuevo plan para el Brexit que difiere poco del primero, casi una semana después de que el parlamento rechazara el acuerdo negociado por su gobierno con Bruselas. A diez semanas de la fecha prevista para la salida de Reino Unido de la UE ¿qué puede ocurrir?

Pese a que los líderes europeos no dejaron de expresar sus reticencias a reabrir la negociación, May quiere volver a Bruselas con una modificación del acuerdo sobre su punto más conflictivo: el mecanismo para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda. El nuevo plan difiere así poco del acuerdo inicial, pero si lograse salvarse el obstáculo del “backstop” podría obtener el respaldo de los diputados euroescépticos conservadores que se habían rebelado contra May y de los unionistas norirlandeses del DUP, aliado clave de la Primera Ministra.

Si logra el apoyo de una mayoría parlamentaria a esta nueva versión cuando el parlamento vote el 29 de enero, May podría intentar convencer a los líderes de la Unión Europea de que es la única forma de salvar el texto.

Tras el aplastante rechazo del acuerdo inicial por el parlamento, May había emprendido unas conversaciones con la oposición que solo sirvieron para evidenciar los desacuerdos irreconciliables entre la líder conservadora y los otros partidos.

Un rechazo por la UE a reanudar las negociaciones o una nueva derrota de May por los diputados incrementarían el temor a que el 29 de marzo el país se vea abocado a un Brexit sin acuerdo. Es la opción por defecto si el parlamento no logra aprobar otra solución y un escenario muy temido por los medios económicos británicos.

Una mayoría diputados se opone a él, pero la primera ministra afirmó que es “imposible” para el gobierno descartar este escenario. El Banco de Inglaterra advirtió que sumiría al país en una grave crisis económica, con disparada del desempleo y la inflación, desplome de la libra y el precio de la vivienda y casi el 10% de reducción del PIB.

Este escenario podría causar penuria de medicamentos, provocar atascos monstruosos en los puertos e impedir volar a las aerolíneas británicas. Ante la cercanía de la fecha prevista, el Brexit podría tener que ser aplazado en caso de renegociación, aunque la primera ministra insiste en rechazar esta posibilidad.

También sería necesario si se convoca un segundo referéndum o elecciones legislativas anticipadas. Para ello se precisa una extensión del Artículo 50 del Tratado de la UE, que rige las modalidades de salida de un país miembro. Esta debería ser aprobada por unanimidad de los 27.

Algunas fuentes europeas señalaron que esta sería posible hasta finales de junio o principios de julio, cuando se forme el nuevo Parlamento Europeo surgido de las elecciones del próximo mayo. Sin embargo, según otras el aplazamiento podría ser mayor.

Los diputados pueden presentar enmiendas al nuevo plan del gobierno. Entre ellas puede figurar la organización de un segundo referéndum, que los diputados proeuropeos quieren que incluya la posibilidad de permanecer en la UE. La justicia europea dejó claro que hasta que no se haga efectiva su salida Londres puede, si lo desea, parar el Brexit de forma unilateral.

El Partido Laborista afirmó que apoyaría esta opción si no lograba que se convocasen elecciones legislativas anticipadas, pero de momento no lo ha hecho. Esta posibilidad no puede excluirse a pesar de que la Cámara de los Comunes rechazase la semana pasada una moción de censura lanzada contra el gobierno por el líder de la oposición.

Si el bloqueo persiste, Theresa May podría presentar su dimisión o convocar nuevos comicios en un intento por reforzar su frágil posición. También la oposición podría lanzar una nueva moción de censura que, para prosperar, necesitaría el apoyo de una parte de diputados conservadores rebeldes.

Si se convocasen comicios y los laboristas llegasen al gobierno, su líder Jeremy Corbyn afirmó que quiere negociar un mejor acuerdo con Bruselas.