"Si Costa Rica no logra aprobar una reforma fiscal antes del 2018, deberá enfrentarse a una corrección fiscal, no del 3,8% del PIB como a la fecha, sino de más del 6% del PIB; y eso va a destrozar el crecimiento". Así de claro fue Alberto Barreix, economista líder del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre la necesidad que enfrenta el país de ordenar sus ingresos y gastos.
Durante la exposición efectuada por Barreix, en el marco del foro "Nuevo Desarrollo Fiscal: Opciones y Viabilidad", organizado por el programa Estado de la Nación, el economista planteó los retos a los que se deberá enfrenta Costa Rica una vez que "el tiempo se le agote" en la partida fiscal.
A su criterio, el país es de las economías con mejor inserción internacional, solo con México por encima. Sin embargo, con una deuda pública y un déficit fiscal que opacan los buenos índices.
Datos del ministerio de Hacienda reflejan que el déficit fiscal de Costa Rica fue de 5,7% del PIB en el 2014, el porcentaje más alto de los últimos 25 años. La proyección para este 2015 es también de 5,7%.
"Vemos una deuda del sector público que no deja de crecer, por ejemplo. Podemos asegurar que somos - Costa Rica- los campeones de la liga C, pero que sigue peleando el ascenso a la liga B", comentó Barreix.
La dirección que se debe seguir es modernizar la renta, adoptar el IVA, reformar pensiones y minimizar el gasto corriente.
"El mundo ya no nos deja tener un deficit fiscal enorme. Si Costa Rica no lo ajusta, entonces el mercado o los organismos internacionales lo van a hacer por nosotros, y esos ajustes de afuera son de muy baja calidad", agregó el especialista.
Empresa públicas suman presión
Barreix fue enfático en que a la presión fiscal se le debe de sumar otro componente: la deuda que arrastran las empresas del estado, para medir el impacto real que tendría la inexistencia de una reforma.
"El dia que Costa Rica tenga una crisis fiscal, esa crisis también es para el ICE, por ejemplo. El peso real del Estado es más grande que la presión fiscal , medida según el BID, y cuando eso se mueve se puede llegar a tener casi dos o tres años de recesión".
"La crisis fical va a afectar el crecimiento y con eso todo el resto de las actividades y eso pasa en todos lados, pero lo que pasa acá - en Costa Rica- es que la incidencia del Estado es mayor; y cuando es así no se la van a pasar muy bien", concluyó.
En la actividad también participaron Jorge Vargas Cullell, director del Estado de la Nación, Ricardo Martner (Cepal) y Ángel Melguizo (OECD).