Ampliar la refinería de Moín dejaría rentabilidad de 19%

Aun deben definirse temas de financiamiento, arrendamiento y refrendos de Contraloría antes de dar el si definitivo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La ampliación de la refinería en Moín dio un nuevo paso, al considerar el Gobierno que el porcentaje de rentabilidad del proyecto, estimado en 19%, es satisfactorio para seguir adelante con los trámites para concretar el financiamiento, que subió de los $1.261 millones previstos originalmente a $1.391 millones, al cambiarse el modelo de refinación previsto.

Así lo anunciaron el ministro de Ambiente, René Castro, el presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Jorge Villalobos y el gerente de Recope, Jorge Rojas, en una reunión con representantes de la prensa, en la que aseguraron que el proyecto se muestra bastante beneficioso.

Sin embargo, Castro aclaró que aún no es una decisión en firme. "Todavía no podemos decir que estamos listos para firmar. Es como construir una casa, en la que se tienen planos, pero todavía falta el contratista final y el financiamiento. Pero la información, a hoy, es que es un proyecto muy conveniente", dijo el Ministro.

En la reunión, las autoridades nacionales presentaron a representantes de Worley Parsons, empresa que ratificó los estudios de rentabilidad de la iniciativa y se encargará de realizar la ingeniería básica del proyecto, que se pretende tener en noviembre.

Cifras en negro

Según las estimaciones, la ampliación de la refinería permitiría ahorrar $530 millones anuales en la factura petrolera en un perIodo de unos 25 años, que es el resultado de restar el valor proyectado de la producción de esta refinería ($4.747 millones) al valor del crudo sin tratar ($4.217 millones).

Sin embargo, debe considerarse que se deben pagar los costos de producción, así como una cuota de arrendamiento que no se ha definido. Luis Carlos Solera, del Departamento de Estudios Económicos de Recope, indicó que las estimaciones preliminares apuntan a que un 4% del precio de los productos sería la utilidad del proyecto, del que debería salir la cuota de arrendamiento.

Empero, aseguró que la rentabilidad del proyecto en términos de ahorro de divisas y costos que se evitarían (al no depender de la refinación del exterior, que va en aumento), todavía es atractiva.

Grandes pendientes

No es lo único que falta por definir. Villalobos anunció que está avanzada la posibilidad de un crédito con los bancos Nacional, de Costa Rica y Popular para los $900 millones que requerirá Soresco, la empresa que constituyeron Recope y CNPC de China para realizar la modernización de la refinería, además del financiamiento que requiere Recope para remodelar equipos actuales, y refrendos de la Contraloría para el contrato de arrendamiento y el contrato de fideicomiso de garantías. "Para el contrato de arrendamiento, se necesita una estimación firme de la inversión, que requiere la ingeniería básica, que todavía debe realizarse", dijo el presidente ejecutivo de Recope.

Una situación que puede variar los costos, como ya ocurrió durante este trámite. Los jerarcas justificaron el aumento de la inversión estimada inicialmente en el 2007, en $1.261 millones, porque se cambió el modelo de refinación a uno que elimina el fuel oil, además de que se aumentó la producción estimada, de una refinación de 60 mil barriles diarios a 65 mil.

No son los únicos datos que varían. A las estimaciones iniciales de una generación de 1.000 empleos original, William Ulate, subgerente de Soresco, elevó a 5.000, en promedio anual, durante los tres años que durará la construcción. De ellos, un 75% corresponderán a ticos, un 10% a latinoamericanos y un 15% a chinos. "Es lo que estimamos en promedio para la construcción, que esperamos iniciar en febrero", dijo.

Fecha que el Gobierno mantiene para el banderazo del proyecto, pero que luce presionado por el tiempo y los detalles que faltan. Quizá por eso, aunque en Recope insisten en que se trata de una alternativa positiva tanto por la rentabilidad del 19% como por los efectos sobre el ambiente (disminuirá contenidos de azufre en combustibles, y emisiones de carbono y nitrógeno), y la seguridad para el país, el ministro Castro se mostró más reservado e indicó que solo se pasó de una etapa a la siguiente, en la que se espera tener más insumos, esta vez financieros, para darle el aval definitivo a esta inversión, que en caso de concretarse sería la más alta que haya pasado por la Contraloría.