Apertura de cuentas corrientes dinamizó la banca

Ruptura del monopolio dinamizó la banca

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No solo fue la reforma que permitió a los bancos privados acceder a más mercado, sino la que obligó a los bancos estatales a ser más eficientes y a la industria en general a modernizarse en medios de pago, canales de servicio e innovar con productos y servicios.

La apertura del monopolio de las cuentas corrientes, tras la reforma a la Ley Orgánica del Banco Central , aprobada en noviembre de 1995, fue parte del proceso de cambio de modelo de desarrollo hacia adentro hacia un modelo hacia afuera, en palabras de Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central y uno de los principales promotores de la reforma.

El cambio permitió a los bancos privados manejar cuentas corrientes, pero les obligó a separar el 17% de sus captaciones y depositarlo en un banco estatal con una tasa de interés menor a la de mercado.

Este “peaje” hoy conforma uno de los fondos del Sistema de Banca de Desarrollo (SBD) y supera los $450 millones, pero a la fecha no se han podido utilizar.

Cambio estructural

Los expertos coinciden en que este hito provocó un cambio estructural en la industria bancaria, que benefició, en especial, a los clientes.

Aunque, en su momento, sus detractores indicaron que la ruptura del monopolio afectaría a la banca estatal, la historia demuestra lo contrario.

“En ese momento se dijo que los bancos estatales no iban a poder competir y eso no ha resultado así. Los bancos estatales son grandes y poderosos, se han puesto las pilas y compiten de tú a tú con bancos locales e internacionales”, expresó Lizano.

Gerardo Corrales, gerente del BAC San José, indicó que ese cambio ha provocado la inversión en sucursales y cajeros automáticos, la innovación en medios de pago y la reducción en las tasas de interés. “El gran ganador fueron los clientes, pues hoy tiene opciones de elección”, señaló.