La empresa holandesa APM Terminals, concesionaria del proyecto de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), todavía espera poder iniciar con la obra portuaria en enero del 2015.
Paul Gallie, gerente general de APM Terminals Centroamérica, afirmó que la confianza radica en la solidez de los estudios de impacto ambiental que la empresa presentó a la Secretaría Técnica Ambiental (Setena).
La semana pasada esa entidad anunció que tardaría hasta seis meses más en emitir la resolución que otorgaría o denegaría los permisos ambientales, última etapa pendiente para que el Estado gire la orden de construcción de la TCM. Este es el proyecto de concesión más grande que ha otorgado hasta ahora el Estado, con un costo superior a los $1.000 millones.
Hace una semana, el Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap) inició un paro de labores en los muelles de Moín y Limón en protesta por el avance que tuvo la TCM cuando la Sala I falló en contra de los alegatos con los que los sindicalistas pretendían echar abajo la concesión.
“Queremos iniciar en enero, después de tantos años con este proyecto, es importante que el país se beneficie con la competitividad que traerá. Por esa importancia y por la del control del medio ambiente, estamos abiertos a trabajar con las autoridades como lo hacemos en todo el mundo”, afirmó Gallie.
El gerente de APM Terminals agregó que la empresa nunca ha perdido ningún otro proyecto a causa de estudios ambientales débiles. La compañía holandesa opera otras 69 terminales portuarias a nivel mundial.
Paul Gallie aseguró que pese a las trabas que postergan el inicio de las obras de la TCM desde hace casi dos años, APM Terminals está decidida a cumplir en todos sus extremos el contrato firmado con el Estado costarricense.
“Si estamos así dentro de cinco o diez años, esperaremos, aquí vamos a estar porque el contrato que fue refrendado por la Contraloría General de la República está vigente. Continuaremos trabajando con el Estado”, subrayó.