El trabajo preparatorio de APM Terminals para construir la nueva Terminal de Contenedores de Moín avanza a todo vapor.
Los ingenieros de la compañía holandesa, parte del grupo A.P. Moller-Maersk Group, y sus asesores ya trabajan en los estudios de suelos; mientras la corporación avanza en la búsqueda de un aliado para construir el proyecto.
Las acciones legales contra la concesión, que con su costo de $1.000 millones es la más grande en la historia de Costa Rica, han consumido parte de la energía del equipo de APM en el país, reconoció Tiemen Meester, vicepresidente de Implementación del Negocio de la compañía.
Empero, con el camino más despejado por la decisión del Tribunal Contencioso Administrativo de rechazar las demandas del Sindicato de Trabajadores de Japdeva y la Cámara Nacional de Bananeros, todos los esfuerzos de APM Terminal se enfocan nuevamente en preparar el terreno para la etapa de construcción.
Paul Gallie, director gerencial de APM Terminals en el país, acompañó a Meester en la entrevista con EF.
¿Está APM Terminals decepcionado por el proceso en Costa Rica o estaban preparados?
T.M. (Tiemen Meester): Con justicia creo que es lo que esperábamos. Siempre entendimos que entre lograr un acuerdo a la ejecución toma tiempo y que debíamos trabajar con el sistema, en este caso con el Gobierno. Probablemente, habríamos deseado llegar con mayor rapidez donde estamos ahora.
¿Cuáles son las preocupaciones de APM Terminals en el desarrollo de este proyecto?
T.M. Lo positivo es que, dado que la mayoría de los obstáculos están ya fuera del camino, las preocupaciones se mueven de ¿vamos a hacerlo? a ¿cómo vamos a hacerlo? Ahora las preocupaciones son operacionales.
P.G. (Paul Gallie): Es importante mantenerse dentro del cronograma estipulado en el contrato. APM Terminals Moín inició los estudios durante el periodo de transición que arrancó en abril, y estamos encaminados. Estamos seguros de que cumpliremos con las expectativas del contrato y necesitamos seguridad del Gobierno de que cumplirán sus obligaciones, como la ruta de acceso.
¿Existían preocupaciones sobre la ejecución del proyecto?
T.M. Las preparaciones para construir están recién comenzando. Hasta el momento habíamos estado ocupados en firmar el contrato, que este fuera refrendado por la Contraloría y los casos legales. Esto ha consumido parte de la energía del equipo, la cual nos habría gustado que se dedicara a la construcción.
Hay expectativa y reserva en Limón alrededor del proyecto. ¿Cómo construye APM su relación con la comunidad?
P.G. Empezamos con nuestra estrategia de responsabilidad social para asistir en áreas como salud, educación, y el ambiente. Nosotros, y nuestra junta directiva, tuvimos la confianza de invertir no solo en Costa Rica, sino en la provincia más pobre del país. El sentimiento en Limón es muy favorable al proyecto, creo que se ha construido una mala percepción de que la gente en la provincia están en contra de la TCM. Ese no es el caso.
El sindicato de Japdeva está en contra.
P.G. Eso también es una generalización, no es el sindicato sino una subsección del sindicato.
¿En qué concentran sus esfuerzos actualmente?
T.M. Estamos perforando en el lecho oceánico para ver de qué está hecho todo, eso tendrá influencia en el diseño final que debemos sugerir al Gobierno durante el primer trimestre del próximo año.
¿Quien hace estos estudios?
P.G. Somos expertos en desarrollar y operar terminales de contenedores. Hay aspectos de ese trabajo que realizamos nosotros aquí o en la casa matriz; pero también contratamos consultores. Tenemos un contrato de asesoría en ingeniería con CH2MHILL, ellos manjearon la construcción de la villa y estadio olímpico en Londres, así como de la ampliación del Canal de Panamá. Ellos están trabajando en Moín en este momento.
¿Para la fase de construcción acudirán a este tipo de aliados?
P.G. No somos una empresa de construcción, tenemos abierto un proceso para encontrar la empresa idónea. Este proceso comenzó el año pasado y el ganador será anunciado en algún momento del año nuevo.