Ayuda al agro llega con cuentagotas

País decretó emergencia nacional como consecuencia del fenómeno de El Niño en octubre del 2014

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Hace escasos ocho días, el productor Javier Ruiz, del distrito de Cañas Dulces de Liberia, recibió las primeras pacas de heno para mitigar el impacto que el fenómeno meteorológico de El Niño ha causado en sus tierras y ganado.

Ruiz recuerda que, durante todo un mes, llovió solo en una semana en esa zona. Espera que la ayuda amortigüe la crisis o que el clima se compadezca de los productores.

Un total de ¢9.500 millones fueron aprobados para el sector agropecuario mediante el decreto de emergencia que el Poder Ejecutivo emitió el año pasado para reducir el impacto del fenómeno climático.

El Niño produce un efecto de sequía en la faja costera del Pacífico, y un aumento de las lluvias en la región del Caribe.

Nueve meses después de la declaratoria de emergencia, solo un 12% de los fondos (¢1.090 millones) han llegado al campo.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) estimó que, como Ruiz, otros 4.000 productores, del sector pecuario, en la región Chorotega se han visto beneficiados con la ejecución de esta primera parte del presupuesto.

Acciones de la discordia

La demora en la entrega de los insumos agrícolas, producto de la coordinación entre el MAG y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), ha encendido el malestar entre las cámaras empresariales del sector y entre los mismos productores a quienes se pretende auxiliar.

Alegan que se debe de actuar en una línea de prevención y no de reacción.

“Aquí es donde hay que tocar temas como el de infraestructura agrícola. En el lago del Arenal, por ejemplo, se pierden 30 metros cuadrados por segundo de agua que podría ser aprovechada”, comentó Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara de Agricultura y exministro de esa cartera.

El país lo sabe. En Costa Rica, durante el periodo comprendido entre 2001 y el 2012, las pérdidas directas por el impacto de los fenómenos naturales sobre los cultivos alcanzaron poco más de $108 millones.

Entre los fenómenos naturales, las lluvias son las que mayor daño causan al sector agrícola. Estas representan el 96% del total de las pérdidas, según un estudio de sistematización de la información del impacto de los fenómenos naturales en Costa Rica, elaborado en conjunto por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan).

Junto a la prevención, la necesidad de jornadas de capacitación más permanentes e intensivas también fue señalado como un punto cumplido a medias por parte de las autoridades.

“Hay que cultivar la cultura de la prevención. Se debe enseñar al ganadero cómo almacenar los alimentos, solo cuando eso suceda los recursos ante una emergencia van a poder llegar a alcanzar, antes no. Por la vía del regalo no podemos salir adelante”, subrayó José Antonio Madriz, presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche.

En su defensa, el Ministerio asegura que la ayuda le seguirá llegando a los productores y que se completará la entrega de todo el presupuesto asignado en el corto plazo.

En quince días, por ejemplo, las autoridades del MAG se preparan para la entrega de fertilizantes, semillas y herbicidas para el sector agrícola por un monto de ¢653 millones y que beneficiará a 3.300 productores.

En el área del Pacífico Central, excepto Quepos y Parrita por su condición lluviosa favorable, tienen programada la entrega de ¢536 millones para los que se dedican a la actividad pecuaria y otros ¢560 en insumos para los productores agrícolas.

Eso sí, la entrega siempre quedará sujeta a que el MAG logre finiquitar positivamente todos los procesos de contratación, adjudicación y trámites de compra.

“Viene una segunda fase también para el segundo semestre del año. Se trata de la presentación de planes de inversión en otras áreas, como en el área de pozos. Se valorará la posibilidad de la construcción de reservorios de agua en la Región Chorotega”, comentó Adrián Murillo, de la Dirección de Extensión Agropecuaria del Ministerio.

A finales de 2014, el MAG destinó cerca de ¢100 millones de su presupuesto ordinario para adquirir más de 12.000 pacas de heno, 75 tanques de agua, 30 picadoras de pasto forrajero, 19 bombas eléctricas sumergibles, 1.000 rollos de poliducto para usar en riego, plástico para confección de ensilajes y embalses de agua, entre otros insumos que fueron distribuidos entre 600 productores agrícolas y ganaderos.

En total, fueron 11 cantones de la provincia de Guanacaste, cinco de Puntarenas y tres de Alajuela, los que fueron declarados en estado de emergencia.

Las secuelas se tradujeron en perdidas de hasta ¢19.000 millones.

Tiempos difíciles

Son esfuerzos que deberán prolongarse pues no se vislumbra una tregua climática.

El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) aseguró que el presente año podría ser hasta menos lluvioso que el 2014.

“Se espera que el 2015 sea peor que 1997, que es el año más seco que se ha registrado hasta ahora”, dijo el director de Extensión Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Felipe Arguedas.

Así, las recomendaciones y promesas van y vienen.

Sequía en números

Cúando: El Gobierno decretó Estado de Emergencia desde en octubre de 2014 como consecuencia del fenómeno climático de El Niño.

Dónde: Lo hizo en un total de 11 cantones de la provincia de Guanacaste, cinco de Puntarenas y tres de Alajuela.

Impacto: Las secuelas se tradujeron en pérdidas de hasta ¢14.000 millones. De este total, ¢9.000 millones corresponden a la producción agrícola y ¢5.000 millones al sector pecuario, según datos divulgados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Ayuda: Un total de ¢9.500 millones fueron aprobados para el sector agropecuario mediante el decreto que para mitigar los impactos negativos de la emergencia.

Fuente MAG.