Cadenas globales de valor urgen de más apoyo del Gobierno

Certificaciones, capacitación y vínculo con academia, eslabones débiles de las pymes en el país

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Hay tres eslabones débiles en la estrategia de Costa Rica para insertarse en las cadenas globales de valor: falta de apoyo a las pymes para obtener certificaciones que las vinculen a las redes globales, respaldo para desarrollar sus capacidades de innovación y mejoramiento de técnicas, así como un débil vínculo entre los centros universitarios y el sector productivo.

Así fue señalado en un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal): “Cadenas globales de valor y diversificación de exportaciones: El caso de Costa Rica”.

A esas debilidades estratégicas se unen las económicas, como la necesidad de un mayor acceso al financiamiento, la sobrevaloración del colón, el descontrol del déficit fiscal y la deuda pública.

“Se ha avanzado mucho, pero aún falta mucho camino por recorrer. En el tema de certificaciones hay un modelo nacional de la calidad, pero el costo es muy alto, no hay mecanismos de financiamiento para ese tipo de cosas, ni el acompañamiento para las pequeñas y medianas empresas”, reconoce a EF Mario Montero, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Alimentaria (Cacia).

En el país existen centros de apoyo y leyes , pero el tema de fondo es por qué resulta tan difícil que las pymes accedan a los recursos. La respuesta que da el sector productivo es que faltan recursos humanos institucionales que lleven de la mano al productor por la plataforma de apoyo.

La Cepal reconoce la plataforma que ha construido el país para la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), las políticas implementadas para el desarrollo productivo y la inserción internacional del país, que se reflejan en cifras.

Sin embargo, señala que aún hay más por hacer para promover los encadenamientos de las empresas locales con las globales.

Según datos del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), en compras hechas por empresas de zonas francas a los suplidores locales, se pasó de contabilizar 961 empresas locales suplidoras en el 2001, a 7.922 en el 2011.

El monto total de compras por parte de las empresas del régimen de zona franca, pasó de $482 millones en el 2006 a $2.029 millones en el 2012, es decir, creció 320% en seis años.

Según la Cepal, los retos principales para Costa Rica son contar con el recurso humano calificado para la demanda de los sectores exportadores, sobre todo de alta tecnología, resolver los problemas de infraestructura, invertir en innovación, ciencia y tecnología, fortalecer la institucionalidad del país y financiar una agenda de competitividad.

Aumentar productividad

Según Cepal, en Costa Rica aún la oferta educativa no se adapta al crecimiento de los nuevos sectores exportadores, por lo que hay que aumentar el número de graduados de los colegios técnicos profesionales y de carreras universitarias relacionadas con la actividad productiva, como ingeniería, administración, manufactura y finanzas.

La Cepal propone que a mediano plazo se incremente la oferta de personal con formación avanzada en estas áreas, en especialidades científicas, así como reforzar el conocimiento del inglés y las habilidades blandas en todos los niveles educativos.

“El país ha tenido política de IED y está muy bien, pero muchas de las acciones que se han implementado no han ido paralelas a la educación técnica o necesidades de esas compañías, lo que provoca una afectación indirecta dentro del empleo. Hay que generar capital humano con esos conocimientos”, dice Otto Rivera, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic).

Lo mismo ocurre con el rezago que tienen la infraestructura y la generación eléctrica.

El documento indica que aparte de las restricciones presupuestarias, también influye la falta de capacidad de gestión de las instituciones públicas y una normativa que hace lentos los procesos de adjudicación de contratos, expropiación de terrenos y verificación de la viabilidad ambiental.

Por ello, se sugiere introducir reformas para agilizar trámites administrativos y establecer mecanismos público-privados para el financiamiento, la construcción y la operación de obras de infraestructura.

Ante el creciente costo energético que Cepal asegura afecta la competitividad, se propone que el país discuta un nuevo marco regulatorio que promueva la generación de energías limpias a un costo competitivo y que sea capaz de movilizar tanto la inversión pública como la privada.

Mejorar institucionalidad

Según el informe, el país tiene el reto de mejorar la institucionalidad para construir una política de competitividad más allá del comercio exterior, IED y fomento a las exportaciones.

Esto se lograría con intervenciones de política pública que abarquen a los ministerios de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones; Educación; Obras Públicas y Transportes; Economía, Industria y Comercio; Agricultura y Ganadería; Salud y Hacienda, así como las universidades públicas y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).

Para ello se requiere de un marco institucional que ayude a gestionar las políticas de infraestructura, transporte, energía, innovación y recursos humanos y además, una colaboración más sistemática e intensa entre el sector público y el privado en la elaboración y ejecución de una agenda de competitividad.

En el 2010, Costa Rica creó el Consejo Presidencial de Competitividad e Innovación, lo que ha sido un paso importante, pero según Cepal debe ir acompañado de mayor institucionalización con una ley especial que le brinde mayores recursos al Consejo y se pueda crear una secretaría técnica permanente para que reciba financiamiento estable.

La propuesta es que el Consejo se separe en dos grupos: uno público-privado, que defina la estrategia de competitividad y monitoree su implementación, y el otro compuesto solo por ministros que implementen la estrategia.

Cepal recomienda profundizar el debate público sobre las fuentes de financiamiento de las políticas de comercio exterior, de la promoción de exportaciones e IED y de la agenda de competitividad. Para esto hay que revisar si la actual carga tributaria es la adecuada para que el Estado haga frente a las inversiones requeridas, o si se debe abrir más espacios para el cofinanciamiento.

Mapa en cifras

Crecimiento: Entre 1996 y 2013, el número de productos de su canasta exportadora se elevó de 2.907 a 4.473, el número de mercados de 136 a 153 países y la base exportadora de 1.453 a 2.473 empresas.

IED: Las entradas de IED crecieron un 13% por año entre 1990 y 2012. El número de empresas multinacionales que opera en estos sectores en el país ha crecido de 16 en 1990 a más de 250 en 2013.

Empleo: En el 2011, un poco más de una cuarta parte del empleo total se podía atribuir directa o indirectamente al sector exportador. El empleo directo correspondía al 18% del empleo total, mientras que el empleo indirecto (de personas que trabajan en empresas proveedoras de insumos y servicios a firmas exportadoras) representaba el 7,4%.

Fuente Cepal.