Candidatos enfrentan un complejo juego de ajedrez de la segunda ronda

En estos dos meses de campaña electoral juegan muchos aspectos como el estado financiero de los partidos políticos, las nuevas estrategias, el cansancio y las alianzas

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Retomar energías para enfrentar a un solo contrincante, replantear estrategias de comunicación, hacer cambios en el equipo, lidiar contra el agotamiento, la presión o la falta de financiamiento, son parte de las piezas que entran al juego de ajedrez de una segunda ronda electoral.

A estas variables le hicieron frente hace 12 años Rolando Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN), y Abel Pacheco, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), los únicos candidatos que tuvieron que atravesar todo este proceso en busca de la presidencia de la República.

Hoy son Johnny Araya, del PLN –y hermano de Rolando–, y Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), quienes atraviesan de nuevo este camino, al que se suma un contexto de multipardismo complicado y que obliga a buscar más alianzas, así como la explosión de redes sociales que exigen un cuidadoso uso de los mensajes políticos.

Ante este nuevo escenario que no deja atrás obstáculos: ¿cómo se preparan Araya y Solís y en qué circunstancias están sus partidos para ganar la contienda el próximo 6 de abril?

El juego comienza 0 a 0 para los liberacionistas, que estaban apostando a un triunfo en primera ronda y el PAC les dio la sorpresa. En su reorganización total, procuran detectar las debilidades que tuvieron en la primera etapa y así replantear sus estrategias en la línea de comunicación, explicó el candidato Johnny Araya.

Por el contrario, Solís dará un seguimiento a la estrategia de la primera ronda debido a que tuvo muy buenos resultados, y lo que harán será reforzar su línea de comunicación. Sin embargo, no dejará pasar aspectos en los que tienen oportunidades de mejora.

En busca del enroque

Araya habló de los puntos claves a los que le apostará para alcanzar el apoyo necesario y triunfar en este segunda vuelta.

“Le apostamos a muchas cosas. Por un lado, a marcar las diferencias que existen entre Luis Guillermo y mi persona, de experiencia, de equipo, de propuesta de valores y me parece que los costarricenses van a tener esa disyuntiva donde tienen todos esos factores por considerar”, manifestó el verdiblanco.

Araya reforzará del comando de campaña, hará un ajuste en todos los equipos internos y fortalecerá mucho la comunicación mediante redes sociales, lo que considera que ha sido determinante en este proceso electoral. También afinará la organización territorial, sobre todo en los lugares que detectaron debilidades.

Añadió que están pactando alianzas con otros sectores políticos; no en las cúpulas, sino en las bases, y que han tenido contactos prácticamente con todos los partidos, se han producido encuentros y acuerdos de integración de otros dirigentes que no estaban con el PLN.

En el otro lado del tablero, Solís se declara vigilante y se prepara porque existen amenazas que debe prevenir. “Sin duda hay una posibilidad de que el abstencionismo crezca; es decir, que la gente dé por un hecho que esto ya está resuelto y no vaya a votar”, dijo.

Tampoco minimiza el peligro de que su equipo cometa algún error, y no descartó la probabilidad de que la campaña no sea lo suficientemente interesante para atraer a la gente que no votó por el PAC en primera ronda.

Empero, expresó que trabajan para reforzar cualquier debilidad y evitar las trabas en el camino.

Melvin Jiménez, vocero de campaña del PAC, mencionó que reforzarán la línea de comunicación para llegar a lugares donde no pudieron anteriormente.

“Mantendremos el nivel de propuesta, de transparencia y tratando de enfatizar en algunas cosas que no pudimos organizar por el problema de recursos en la etapa anterior”, dijo Jiménez.

En el aspecto financiero, clave en esta etapa, pareciera que se invierten los papeles de un PLN que tenía ventaja, merced a las encuestas. El PAC invertirá ¢1.800 millones en la segunda ronda, donde aprovechará más los medios masivos en propaganda, sin dejar de lado los alternativos.

El PLN no tiene una proyección de gastos para esta nueva etapa, según Araya, aunque le apostarán mucho al voluntariado, a las redes sociales y esperan consolidar contribuciones.

Las piezas claves del tablero

La cercanía en el porcentaje que alcanzaron ambos candidatos en esta primera ronda 2014 (Araya un 29,59 % de los votos y Solís un 30,95 % con el 90% de mesas escrutadas) es un elemento que marca una diferencia importante con respecto a la campaña del 2002 y por lo que ningún candidato debería tener actitud triunfalista en esta fase.

El expresidente Abel Pacheco, mencionó que a pesar de que llegó a segunda ronda con una ventaja de seis puntos ante Rolando Araya, siempre mantuvo una posición de prudencia, respeto al contrincante y la línea de transparencia con la gente.

“En segunda ronda enfrenté cambios de equipo de comunicación, falta de dinero y cansancio. Pero uno tiene que seguir luchando y yo aproveché mi facilidad de comunicación, mantuvimos la línea de honestidad con el electorado y respeto al contrincante”, dijo Pacheco.

Rolando Araya recordó que en el 2002 enfrentó problemas de financiamiento, y además no contó con la alianza más importante, que era la del PAC. Justamente la aparición de este partido rompió la hegemonía del bipartidismo y fue en parte causante de esa segunda ronda en el 2012.

El excandidato verdiblanco resaltó que en esta contienda hay un empate virtual, los dos candidatos deben luchar por el apoyo de gente que no votaron por ellos, y el voto que atraigan será menos apasionado y más racional, por lo que su hermano tiene considerables ventajas, a quien ve con una gran energía y ecuanimidad.

Luis Fishman, quien ha estado desde 1974 en campañas electorales y forma parte del equipo de comunicación del PLN, opinó que el dinero no es esencial en la política y lo que moviliza a gente es el mensaje del candidato. “Si este logra impactar y llegar al corazón del votante, la gente sale sola a dar su apoyo”, dijo.

No queda tiempo para mucho más. Es momento de que los candidatos jueguen con ingenio las piezas que quedan sobre el tablero, para lograr el jaque mate el 6 de abril.