Candidatos moderan tono al final de la campaña

Aspirantes a la presidencia cerraron los debates de la campaña dejando un aroma a tregua en el aire

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La campaña política agoniza. Las urnas, por el contrario, están prestas a cobrar vida el 2 de febrero.

En ese corto camino que separa a los costarricenses del voto, los candidatos presidenciales se atacaron esta noche pero expusieron, sobre todo, sus ideas y propuestas de gobierno.

Ese panorama quedó claro durante el debate organizado por Repretel canal 6 este lunes, el último de la campaña. El encuentro duró tres horas, de 7 p.m. a 10 p.m. desde un escenario en Escazú, San José.

Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN), recibió cuestionamientos durante el intercambio de ideas.

El oficialista también fue el que más atacó, especialmente a sus rivales José María Villalta, del Frente Amplio, Otto Guevara, del Movimiento Libertario y Luis Guillermo Solís, de Acción Ciudadana (PAC).

Araya también fue objeto del mayor gesto de caballerosidad vivido durante el debate, cuando Luis Guillermo Solís le ofreció disculpas por haber dicho hace una semana, equivocadamente, que la Procuraduría General de la República había conminado al liberacionista a moderar el cálculo de los aumentos de su salario mientras fue alcalde de San José.

Villalta por su parte, cerró los debates enfocando sus baterías contra Araya y Guevara y conteniendo los golpes que estos, a su vez, intentaron propinarle.

Rodolfo Piza hizo gala de su diccionario de dichos y frases populares con las que aderezó preguntas puntuales.

En general, los candidatos cerraron sus confrontaciones sin subir la voz, sin sacarse pecho ni recurrir a emplazamientos, como sí lo hicieron en debates televisivos anteriores.

El último debate de la campaña fue el de los compromisos públicos de carácter ético, el de reforzar la explicación de las propuestas, para hacerlas más digeribles para el grueso de electores que aún no han definido su voto.

El debate terminó dejando un olor a tregua en el aire. El domingo podría ser otra la historia.