El Censo Agropecuario 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que se hará 30 años después de la última medición, estudiará por primera vez en la historia las prácticas a favor del ambiente que se desarrollan en cerca de 150.000 fincas, a lo largo y ancho del país.
A diferencia del 1984, cuando se efectuó el último de estos censos, se medirá, entre otras cosas, si en las fincas se aplica abono orgánico o químico, uso de pesticidas, minerales, cuáles son las fuentes de agua que se utilizan, si la producción se desarrolla en términos amigables con el ambiente y cuáles son los efectos que tienen en el medio.
Otros censos se esta índole se hicieron en 1973, 1963, 1955 y 1950. El censo es una operación estadística en gran escala realizada periódicamente para reunir, procesar y difundir datos sobre la estructura de algún sector del país, en este caso el agropecuario.
El tema de ambiente será parte de una serie de análisis que se lograrán con este censo que se ejecutará durante todo el mes de junio y cuyos resultados se conocerán en el 2015. El costo del proyecto es de ¢5.914 millones distribuidos en preparativos, pago de personal, capacitaciones, viáticos y evaluación.
Según explicó Didier Hernández, coordinador de área del Censo Nacional Agropecuario, otros aspectos que podrán evaluarse son el uso y tenencia de la tierra, la pobreza rural, el uso de tecnología, la participación de la mujer, la seguridad alimentaria, el tipo de siembras que existe (área cosechada, sustitución de producto según época del año o espacio), así como el tamaño de las fincas y el tipo de riego que aplican.
"Este censo es la base del sistema estadístico agropecuario. De ahí se derivan otros estudios como el sistema de encuestas y el registro de instituciones para tener la visión completa del sector", dijo.
En este momento, la guía del censo se encuentra en imprenta y el INEC está en el proceso de reclutamiento de personal para realizar las visitas a las fincas.
Se trata de un total de 2.190 personas que funcionarán como supervisores y entrevistadores y el perfil que buscan es de gente que tenga un bachiller en colegio agropecuario o curse carreras de estudio superior relacionadas con el tema.
"Lo que necesitamos es gente que tenga formación agropecuaria, que conozcan la zona que se va a encuestar y las actividades que ahí se desarrollan, esa es la idea", dijo Hernández.
Según reconoció Hernández, este censo debería hacerse cada 10 años y al menos en el medio, cada cinco, aplicar una encuesta para seguirle el rastro al sector agropecuario.