Colegios pierden la mitad del tiempo de sus clases

Estado de la Educación destaca carencias en secundaria

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

De las 222 lecciones anuales que deben recibir los estudiantes de matemática en los colegios costarricenses, apenas 111 logran impartirse de forma efectiva, según estimaciones del último informe del Estado de la Educación.

La investigación, derivada de un estudio a 118 lecciones de matemática en noveno año en los colegios académicos públicos y privados, estima que se perderían casi 13 lecciones enteras por año, debido a la impuntualidad y otras 43 por el mal uso del tiempo en actividades ajenas al aprendizaje.

También destaca las malas condiciones de los centros educativos: la extensa mayoría ni siquiera cumple con óptimos niveles de luz, silencio, humedad o temperatura requeridos por ley.

Tiempo perdido

El Estado de la Educación realizó “fotografías” en 10 momentos distintos en más de una centena de clases en los que capturaron las interacciones de los estudiantes y las actividades que se estaban realizando. Al final, separaron los datos entre colegios de alto rendimiento académico y bajo rendimiento. La principal diferencia en el uso del tiempo está cuánto tardan las clases en dar comienzo y cómo terminan.

“Los colegios suelen dar lo sustantivo de la clase entre el T2 (intervalo 2) y el T7, pero al colegio de bajo rendimiento le cuesta más arrancar. Empieza en el momento 3, calienta hacia el 5 e intenta mantenerse al final de la clase, pero eso es cuando cuando ya todo el mundo está cansado”, explica Jennifer León, investigadora del Estado de la Educación.

En general, a los profesores les cuesta empezar las clases: apenas casi un 6% de las lecciones lograron empezar a tiempo y hay graves problemas de ausentismo (en general siempre entre cuatro o cinco estudiantes ausentes) .

Además, los investigadores identificaron que los estudiantes realizan pocas actividades participativas y se siguen aplicando los métodos de enseñanza antiguos, lejanos a los nuevos programas de estudio de matemática.

Las condiciones en el aula tampoco ayudan a ese fenómeno.

Tres cuartas partes de las aulas evaluadas estaban lejos de los estándares de confort solicitados por la legislación costarricense.

Por ejemplo, el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica estipula que los salones de clase deberían contar con un mínimo de 500 lux, pero en los colegios de bajo rendimiento hay apenas un promedio de 267. Los niveles de ruido superan los 70 decibeles: máximo permitido en zonas industriales. “Los cuerpos de los estudiantes deben hacer un esfuerzo extra para mantener la temperatura adecuada. Eso les resta energía para otras actividades como concentrarse”, dijo León.